Y ahora, ¿no era un mito? ¿La ciencia probará a Nibiru?
Una de las civilizaciones más antiguas conocidas, los sumerios, fueron los encargados de sentar las bases de varias áreas del conocimiento de la sociedad actual, desde la agricultura hasta el derecho, y fueron excelentes observadores de los astros. Alrededor del 3500 a.C., por ejemplo, los escritos y representaciones sumerias ya organizaban nuestro Sistema Solar de una forma muy similar a la que conocemos hoy.
La diferencia a hoy es que en la lista de planetas elaborada por ellos estaban el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón y…
Llamado Nibiru por los sumerios, pero también conocido hoy como Planeta X, este último cuerpo celeste tendría el tamaño de Júpiter y atravesaría el Sistema Solar cada 3.600 años, causando estragos en su camino, incluidos daños aequivocado.
El origen del mito de Nibiru se remonta a la época en la que surgieron los sumerios, uno de los pueblos más antiguos de Mesopotamia, hace unos 5 mil años. La cultura sumeria llegó a ser una de las más avanzadas de la Antigüedad.
Inventores de la primera lengua escrita conocida, la escritura cuneiforme, dejaron varios registros históricos en tablillas de arcilla, que permanecieron indescifrables en los museos europeos durante siglos.
Posteriormente se descubrió que uno de los campos de estudio de la civilización antigua había sido la astronomía. Y al parecer tenían nociones muy interesantes del universo. Datados alrededor del año 3500 a.C., los escritos y representaciones sumerias ya organizaban el Sistema Solar de forma muy similar a lo que conocemos hoy, compuesto por 12 planetas (considerando entre ellos a la Luna) que orbitaban alrededor del Sol (visto también como un planeta). .
Sin embargo, además de los dos cuerpos celestes ya mencionados, Plutón, que en 2007 fue degradado a la categoría de planeta enano, y otros ocho que conocemos (Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), habría Será un planeta más que falta en la lista sumeria. ¿Pero qué planeta es este?
En los confines de nuestro sistema solar, más allá de la órbita de Neptuno, un mundo misterioso pero invisible puede estar acechando en la oscuridad. Apodado “Planeta 9” o “Planeta X”, este hipotético cuerpo celeste ha sido objeto de intenso debate y especulación científica desde que se propuso por primera vez su existencia en 2016.
Ahora, un nuevo estudio publicado en el servicio de preimpresión arXiv por un equipo del Instituto de Tecnología de California, la Universidad Costa Azul y el Instituto de Investigación del Suroeste ha proporcionado pruebas convincentes que respaldan la presencia de este enigmático planeta.
Científicamente hablando, el El origen de la hipótesis del Planeta 9 deriva de las peculiares alineaciones en las órbitas de varios objetos transneptunianos distantes (TNO). A lo largo de los años, los astrónomos han debatido que estas anomalías orbitales podrían explicarse por la influencia gravitacional de un planeta desconocido, estimado en una masa de cinco a diez veces la de la Tierra, que orbita alrededor del Sol a una distancia de cientos de unidades astronómicas. En pocas palabras, algo extraño está sucediendo alrededor de Neptuno.
La comunidad astronómica está dividida sobre la existencia del Planeta 9. Algunos científicos argumentan que las alineaciones orbitales observadas podrían ser el resultado de sesgos de observación u otros factores, como la autogravedad de un disco masivo de planetesimales (que son pedazos de escombros que forman discos alrededor del planeta).
Sin embargo, los autores del estudio, Konstantin Batygin y Mike Brown, no están de acuerdo. En 2015, la pareja anunció una nueva investigación que proporcionó evidencia de un planeta gigante que traza una órbita alargada e inusual en el sistema solar exterior. Desde entonces, han estado trabajando duro para demostrar que sus simulaciones por computadora no sólo son precisas, sino que también reflejan lo que está sucediendo en los confines de nuestro sistema solar.
“La posibilidad de un nuevo planeta es ciertamente emocionante para mí como científico planetario y para todos nosotros”, dijo Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, en 2015. “Sin embargo, esto no es la detección o el descubrimiento de un nuevo planeta. Es demasiado pronto para decir con seguridad que existe el llamado Planeta X. Lo que estamos viendo es una predicción temprana basada en modelos de observaciones limitadas.
Este nuevo estudio proporciona una nueva perspectiva sobre la hipótesis del Planeta 9 al centrarse en una población de TNO que anteriormente se había pasado por alto: objetos de baja inclinación y período largo que cruzan Neptuno. Utilizando simulaciones integrales de N-cuerpos que tienen en cuenta la influencia gravitacional de todos los planetas gigantes conocidos, la marea galáctica (una serie de fuerzas ejercidas por objetos en nuestra galaxia fuera de nuestro sistema solar) y las estrellas que pasan, los investigadores demostraron que la presencia de El planeta 9 puede explicar naturalmente la distribución observada de estos TNO.
Uno de los hallazgos clave del estudio es que el Planeta 9 puede impulsar las órbitas de TNO distantes con ejes semimayores superiores a 100 AU en trayectorias de cruce de Neptuno, una hazaña que las simulaciones sin el Planeta 9 luchan por replicar. En resumen, algo ahí afuera está causando estos efectos, y el estudio sostiene que lo más probable es que la causa de estos cambios gravitacionales sea un planeta.
Para lograrlo, el equipo desarrolló un nuevo procedimiento de polarización para comparar los resultados de la simulación con las observaciones existentes. Este análisis reveló que el censo observado de TNO que cruzan Neptuno favorece fuertemente un modelo de sistema solar que incluya el Planeta 9. El estudio también hace varias predicciones comprobables que pueden evaluarse con investigaciones futuras y el uso del modelo que pronto estará listo. El Observatorio Vera Rubin proporcionará más información sobre lo que están viendo estos astrónomos.
Si bien los nuevos descubrimientos proporcionan evidencia convincente sobre el Planeta 9, los autores reconocen que se han propuesto teorías alternativas para explicar algunos aspectos de la hipótesis del Planeta 9. Sin embargo, los procesos de perturbación en curso que encontraron son, para ellos, prueba suficiente que debemos tomar. la teoría del Planeta 9 en serio.
Si se confirma, el descubrimiento del Planeta 9 no sólo reescribiría nuestra comprensión de la arquitectura del sistema solar, sino que también plantearía preguntas intrigantes sobre su formación y la posibilidad de que existan mundos no descubiertos en los confines de nuestro vecindario cósmico.
A través de: El informe, Tierra