Ufología

Los viajes espaciales debilitan significativamente el corazón de los astronautas

Un estudio de la Universidad Johns Hopkins, en colaboración con la NASA, reveló que la microgravedad debilita el tejido del corazón humano. La investigación destaca la necesidad de medidas para proteger la salud cardiovascular de los astronautas en futuras misiones espaciales.

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Los autores del estudio enviaron 48 muestras de tejido cardíaco creado mediante bioingeniería a la Estación Espacial Internacional (ISS), donde permanecieron durante 30 días. Después del análisis, encontraron que la exposición prolongada a la microgravedad compromete la capacidad del tejido para mantener los latidos rítmico.

Según los resultados, los tejidos del corazón se debilitan significativamente, latiendo con la mitad de fuerza que los observados en la Tierra. Aunque los efectos se revierten tras el regreso, el descubrimiento llama la atención sobre los problemas que pueden surgir durante misiones más largas en el espacio.

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Además de perder fuerza, los tejidos también desarrollaron arritmias, y el intervalo entre latidos aumentó casi cinco veces. Los sarcómeros, responsables de la contracción muscular, se acortaron y se desorganizaron, similar a lo que ocurre en las enfermedades cardíacas.

Finalmente, las mitocondrias también mostraron cambios significativos, volviéndose más grandes y menos eficientes en la producción de energía.

Se envió un segundo lote de tejido cardíaco diseñado en 3D a la estación espacial para buscar medicamentos que pudieran proteger a las células de los efectos de la baja gravedad.

Tejido de corazón en un chip

Para crear tejido cardíaco, el científico Jonathan Tsui utilizó células madre pluripotentes inducidas para desarrollar células del músculo cardíaco, llamadas cardiomiocitos. Luego, el tejido se colocó en un chip que simula el entorno de un corazón humano adulto.

La carga útil fue lanzada al espacio por la nave espacial SpaceX CRS-20 en 2020, donde envió datos en tiempo real durante 10 segundos cada 30 minutos sobre la fuerza de contracción de las células.

Se publicó un informe del análisis del tejido en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

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Fuente: Universidad Johns Hopkins

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