Los planes de megaproyectos industriales de Power Company amenazan los cielos más oscuros y claros del mundo
El desierto de Atacama en Chile alberga algunos de los cielos oscuros más prístinos del planeta. Entre los sitios astronómicos, Cerro Paranal tiene el cielo más oscuro y claro; no es casualidad que algunos de los observatorios más avanzados se encuentren allí. Ahora, todos ellos se ven amenazados por un nuevo proyecto industrial situado a apenas un puñado de kilómetros de distancia.
AES Andes –subsidiaria del conglomerado energético estadounidense AES Corporation– planea construir plantas de producción de hidrógeno y amoníaco, un puerto industrial y miles de generadores en un área de 3.000 hectáreas. Eso es aproximadamente un tercio del área de Manhattan.
La evaluación de impacto ambiental del proyecto fue presentada por AES Chile en Nochebuena, pero la empresa aún no ha tomado una decisión de inversión. Las posibles ubicaciones del megaproyecto están entre 5 y 11 kilómetros (3 y 7 millas) del observatorio, increíblemente cerca de los sitios del Observatorio Europeo Austral y de sus cielos prístinos.
«La proximidad del megaproyecto industrial AES Andes a Paranal plantea un riesgo crítico para los cielos nocturnos más prístinos del planeta», dijo en un comunicado el director general de ESO, Xavier Barcons. «Las emisiones de polvo durante la construcción, el aumento de las turbulencias atmosféricas y, especialmente, la contaminación lumínica tendrán un impacto irreparable en las capacidades de observación astronómica, que hasta ahora han atraído inversiones multimillonarias por parte de los gobiernos de los Estados miembros de ESO».
La estabilidad atmosférica (gracias a una región con una contaminación atmosférica limitada, además de la falta de fuentes cercanas de contaminación lumínica) hace que la región sea ideal para la astronomía. El Very Large Telescope y varios otros telescopios se encuentran en Paranal, y el Extremely Large Telescope se está construyendo no muy lejos.
“Chile, y en particular Paranal, es un lugar verdaderamente especial para la astronomía: sus cielos oscuros son un patrimonio natural que trasciende sus fronteras y beneficia a toda la humanidad”, agregó Itziar de Gregorio, Representante de ESO en Chile. «Es crucial considerar ubicaciones alternativas para este megaproyecto que no pongan en peligro uno de los tesoros astronómicos más importantes del mundo».
El aumento de la contaminación lumínica a nivel mundial está poniendo en peligro el cielo nocturno, que es patrimonio común de la humanidad. La gente llama «nostalgia» a cómo cada vez estamos más desconectados del aspecto que debería tener el cielo nocturno. Y podría estar afectando nuestra salud y el medio ambiente de múltiples maneras: recientemente se descubrió un vínculo entre la contaminación lumínica excesiva y la enfermedad de Alzheimer en menores de 65 años.