Hombre encuentra tres esqueletos de mamut en su bodega

Los restos de tres mamuts de la Edad de Piedra han sido descubiertos dentro de una bodega en Austria, proporcionando nuevos e increíbles conocimientos sobre cómo los humanos antiguos pudieron haber cazado a las bestias extintas. Al describir el hallazgo como el más significativo de su tipo en más de un siglo, los investigadores han dicho que los huesos probablemente tengan entre 30.000 y 40.000 años.
El descubrimiento lo hizo Andreas Pernerstorfer mientras renovaba su bodega en Gobelsburg, al noroeste de la capital, Viena. Después de encontrarse con lo que inicialmente pensó que era un trozo de madera, Pernerstorfer recordó que su abuelo le había dicho que una vez se habían encontrado dientes en el sitio, lo que lo llevó a sospechar que el objeto podría haber sido de edad prehistórica.
A mediados de mayo, investigadores de la Academia Austriaca de Ciencias (ÖAW) fueron llamados al lugar y desde entonces han descubierto los esqueletos de al menos tres mamuts distintos.
«Una capa ósea tan densa de mamuts es rara», dijo en un comunicado la líder de la excavación, Hannah Parow-Souchon. «Es la primera vez que podemos investigar algo así en Austria con métodos modernos».
Los huesos serán restaurados en el Museo Nacional de Historia de Viena.
Crédito de la imagen: Yannik Merkl.
De hecho, han pasado al menos 100 años desde que se desenterró algo comparable a este hallazgo en Austria o sus países vecinos, y los huesos de esas excavaciones “se han perdido en gran medida para la investigación moderna”. Sin embargo, Gobelsburg tiene forma cuando se trata de reliquias de la Edad de Piedra, ya que hace unos 150 años se descubrieron artefactos de pedernal, joyas y carbón en el sótano junto al de Pernerstorfer.
Los investigadores pudieron fechar estos elementos hace unos 30.000 a 40.000 años y creen que los mamuts de la bodega probablemente pertenecen al mismo conjunto antiguo.
A pesar de desaparecer de la faz de la Tierra hace miles de años, los mamuts, los parientes extintos de los elefantes modernos, continúan moldeando nuestra comprensión de cómo vivían los humanos prehistóricos. La evidencia de huesos de mamut masacrados en Europa y América, por ejemplo, indica que nuestros antiguos abuelos cazaban y comían estas colosales criaturas.
«Sabemos que los humanos cazaban mamuts, pero todavía sabemos muy poco sobre cómo lo hacían», afirma Parow-Souchon. Los investigadores especulan que los enormes animales podrían haber sido asesinados en el lugar después de ser perseguidos hasta allí por cazadores que les habían tendido una trampa, y se espera que a medida que continúen las excavaciones se aclaren más detalles sobre esta antigua masacre.
La otra gran pregunta sin respuesta, por supuesto, es qué botella de plonk combinaban estos primeros austriacos con sus filetes de mamut.