Fin del espectáculo: el instrumento Voyager 2 se despide después de 47 años
En septiembre, los ingenieros de la NASA desactivaron uno de los instrumentos científicos de la sonda Voyager 2, que explora el espacio desde 1977. El motivo fue la necesidad de ahorrar energía mientras la nave viaja por el espacio interestelar, asegurando que sus otros dispositivos sigan recopilando datos científicos. datos.
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La Voyager 2 fue lanzada en agosto de 1977 y abandonó el Sistema Solar en 2018. Hoy, se encuentra a más de 20 mil millones de kilómetros de la Tierra, y ha estado utilizando sus cuatro instrumentos científicos para estudiar el espacio más allá de la heliosfera (la burbuja de partículas de las células solares que rodean nuestro sistema).
Por ahora, la NASA cree que la Voyager 2 tiene suficiente energía para mantener activo al menos un instrumento durante la próxima década, pero para hacerlo, ahora era necesario decidir cuál de los otros instrumentos podría desactivarse para liberar energía. Seis ya cerraron sus actividades.
El séptimo fue el instrumento científico de plasma, que cesó sus operaciones tras una orden enviada por ingenieros de la NASA el 26 de septiembre. El dispositivo jugó un papel esencial en la recolección de partículas cargadas eléctricamente del Sol, lo que reveló que la Voyager 2 había cruzado el límite entre la heliosfera y el espacio interestelar.
Este instrumento tiene cuatro “copas”; tres apuntaban hacia el Sol, observando el viento solar dentro de la heliosfera. El cuarto estaba en una dirección diferente, observando el plasma de las magnetosferas, la heliosfera y, ahora, el espacio interestelar de los planetas.
Sin embargo, después de que la Voyager 2 abandonara la heliosfera, el flujo de plasma en el trío de vasos disminuyó. «Los datos más útiles de la sala llegan cada tres meses, cuando la nave espacial realiza un giro de 360 grados sobre su eje que apunta al Sol», señaló el equipo de la NASA en un comunicado. Este factor fue importante en la decisión de desactivar este instrumento antes que los demás.
«Los ingenieros de la misión siempre monitorean cuidadosamente los cambios realizados en las operaciones de la nave espacial de 47 años para asegurarse de que no generen efectos secundarios no deseados», escribieron funcionarios de la NASA en un comunicado. «El equipo confirmó que la orden de apagado se ejecutó sin incidentes y que la sonda está funcionando con normalidad».
Ahora, los ingenieros de la agencia espacial monitorearán las capacidades de la Voyager 2 para decidir qué otro instrumento puede desactivarse cuando llegue el momento. De esta forma, garantizan que este explorador interestelar seguirá enviando la mayor cantidad de datos científicos posibles mientras viaja más allá de la “frontera final”.