El cometa sufre cuatro explosiones y se vuelve 300 veces más brillante
El cometa 29P/Schwassmann-Wachmann, de 60 km de diámetro, tuvo cuatro grandes erupciones en 48 horas, volviéndose 300 veces más brillante. Estas fueron las mayores explosiones en tres años, lo que dejó intrigados a los astrónomos.
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Con su núcleo helado, el 29P es un cometa criovolcánico, un tipo raro de objeto que libera erupciones de gases cuando recibe suficiente radiación solar. La presión en el núcleo del cometa hace que la cáscara se rompa y libere criomagma, formando un coma que refleja más luz y aumenta el brillo.
Además, el Schwassmann-Wachmann es un centauro, un tipo de objeto híbrido entre cometa y asteroide, originario del cinturón de Kuiper. Uno de los centauros más notables, es conocido por ser muy activo y exhibir arrebatos casi periódicos, con una intensidad que oscila entre seis y ocho semanas.
El 2 de noviembre, el cometa sufrió cuatro grandes erupciones en 48 horas, aumentando su brillo 289 veces, según la BAA. Los expertos esperan que la coma (una capa gaseosa que se forma alrededor del núcleo) del 29P se convierta en una compleja nube de escombros debido a las múltiples erupciones.
La última gran erupción del 29P ocurrió en noviembre de 2022. En abril de 2023, los científicos pudieron predecir una erupción, comparándola con el estallido de una botella de champán. Sin embargo, estas explosiones son esporádicas y aleatorias, lo que dificulta su predicción.
Otro misterio que rodea al 29P es su órbita: mientras que la mayoría de los cometas criovolcánicos tienen órbitas elípticas y explotan al acercarse al sistema solar interior, Schwassmann-Wachmann tiene una órbita circular alrededor del Sol, similar a Júpiter, absorbiendo la radiación solar de manera constante.
Con esta órbita, las erupciones del cometa deberían ser regulares, no aleatorias. Por lo tanto, los científicos creen que hay otros factores en juego que hacen que las explosiones sean irregulares.
Fuente: Space.com
