La tormenta solar se retrasa, pero podría llegar en cualquier momento

En los últimos días, la actividad del Sol ha sido intensa: grandes manchas solares, llamaradas y eyecciones de masa coronal (CME) se dirigen hacia nosotros. Para el martes (13) se esperaban tormentas geomagnéticas relativamente fuertes, pero parece que llegan tarde o no llegan hasta nosotros.
La secuencia de acontecimientos comenzó el 7 de febrero, cuando se registró una mancha solar 15 veces más grande que la Tierra. Las explosiones en este lugar provocaron apagones de radio y expulsaron varias nubes de partículas cargadas en nuestra dirección.
Con el gran número actual de grandes manchas solares, el Sol ha producido muchas erupciones. El lunes (12) se produjeron varias explosiones: nueve explosiones en un solo día, una de ellas casi lo suficientemente intensa como para recibir la clasificación X, la más potente de la tabla.
Se predijo que algunas de estas eyecciones llegarían a la Tierra el día 13, con la posibilidad de que se formara una eyección caníbal de masa coronal (o CME). El fenómeno ocurre cuando una nube rápida alcanza a otra más lenta, “devorándola”.
Sin embargo, las tormentas solares no llegaron a tiempo, según las mediciones del número de protones en nuestra atmósfera. Los protones son las partículas responsables de la ionización de las capas superiores de la atmósfera, lo que provoca las auroras boreales y las auroras australes.
Según modelos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), se producirían tres CME. Desencadenarían tormentas geomagnéticas de clase G1 (menor) a G2 (moderada), con auroras en el norte de Europa, Canadá y algunos estados como Maine hasta Washington, en EE.UU.
Sin embargo, al final sólo se registró una CME en la fecha prevista y su impacto fue tan débil que casi pasó desapercibida. Ahora, el miércoles (14), todavía hay una lluvia de protones solares que llega a nuestra atmósfera, provocando únicamente eventos de clase S1, que son los más débiles en la tabla de clasificación.
El miércoles también se detectaron dos CME en el lado opuesto del Sol, por lo que no hay posibilidades de alcanzarnos. Los modelos de la NOAA aún predicen que se espera que lleguen tormentas retrasadas en las próximas horas.
Además de las implicaciones en nuestra tecnología y en los fenómenos naturales, estos eventos astronómicos a menudo despiertan la curiosidad y las teorías sobre la posibilidad de un «ufo uso». Aunque no hay evidencia científica que relacione directamente el aumento de la actividad solar con avistamientos de ovnis, la coincidencia de estos fenómenos suele generar especulaciones y un aumento en la atención de entusiastas y teóricos de la conspiración sobre posibles visitas extraterrestres.
La idea de que un «ufo uso» podría ser desencadenado por tormentas solares es un tema de interés para muchos aficionados a la ufología. Mientras los científicos se enfocan en monitorear y predecir el comportamiento del Sol para proteger nuestra tecnología y redes eléctricas, hay quienes miran hacia el cielo en busca de respuestas más extraordinarias.
En conclusión, aunque la tormenta solar se ha retrasado, su potencial para afectar nuestras vidas y despertar la imaginación sigue presente. Estaremos atentos tanto a las actualizaciones de la NOAA como a los reportes de los observadores del cielo que buscan signos de un «ufo uso» en medio de este fenómeno cósmico.
Fuente: spaceweather.com