Sonda privada en la Luna vio la Tierra como si fuera un exoplaneta
El módulo de aterrizaje Odysseus, de Intuitive Machines, aterrizó en la Luna en febrero, llevando consigo una serie de instrumentos, entre ellos se encontraba el pequeño radiotelescopio del experimento ROLSES. El dispositivo entró en acción cerca del cráter Malapert A, el lugar de aterrizaje del módulo de aterrizaje, y pasó una hora y media grabando ondas de radio provenientes de la Tierra.
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«Vimos a la Tierra como un exoplaneta, o un planeta que orbita alrededor de otra estrella», describió Jack Burns, astrofísico de la Universidad de Colorado Boulder y co-investigador de ROLSES. «Esto nos permite preguntar: ¿Cómo serían nuestras emisiones de radio desde la Tierra si vinieran de una civilización extraterrestre o de un exoplaneta cercano?»
Los teléfonos móviles y otros dispositivos de nuestra vida diaria emiten ondas de radio al espacio todo el tiempo, lo que podría revelar nuestra presencia a civilizaciones extraterrestres (si es que existen, por supuesto).
De manera similar, los datos podrían ayudar a los astrónomos a buscar emisiones similares en otros mundos que tal vez indiquen la presencia de vida inteligente. Así, Burns calificó el momento como “el nacimiento de la radioastronomía en la Luna”.
El lunes (10), en una presentación en la 244ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense, presentó imágenes de las observaciones. La escena que se mostraba en la pantalla mostraba pequeños puntos blancos que formaban líneas horizontales esparcidos sobre un fondo negro. “Esa es la Tierra”, explicó. Los pequeños puntos eran señales de radio provenientes de transmisores en nuestro planeta, que fueron registradas por las antenas del experimento.
Según Burns, se trata de un “gran ‘selfie de frecuencia’ de la Tierra, que aún no tiene paralelo” en relación con las observaciones de nuestro planeta en ondas de radio. La mala noticia es que, como Odiseo aterrizó en una orientación diferente a la prevista por los científicos, sus antenas no apuntaban directamente hacia nosotros, lo que ralentiza la velocidad de envío de datos.
En su intervención, el experto afirmó que quizás estas cuestiones provocaron que ROLSES recogiera datos sólo durante dos horas, en lugar de los ocho días previstos inicialmente. Aun así, no se desanimaron: durante 20 minutos, una de las antenas del módulo de aterrizaje abandonó el Odysseus. «Así que aprovechamos eso, encendimos nuestro espectrómetro de radio y obtuvimos algunos datos», concluyó Burns.
Ahora, Burns y sus colegas esperan el lanzamiento de LuSEE-Night, un radiotelescopio que se espera sea enviado a la cara oculta de la Luna en 2026. El instrumento está en desarrollo y, cuando esté terminado, intentará detectar ondas de radio emitidas 13,4 Hace miles de millones de años, período en el que las primeras estrellas y galaxias quedaron inmersas en una auténtica neblina de hidrógeno.
Fuente: Universidad de Colorado