Venus se parece más a la Tierra de lo que pensábamos

Venus y la Tierra pueden ser más similares de lo que pensaban los científicos. Así lo afirma un nuevo estudio dirigido por Fabio Capitanio, de la Universidad de Monash, en Australia, que demostró que el “planeta infernal” tiene teselas, mesetas que sugieren que allí hubo actividad tectónica hace miles de millones de años. En la Tierra, este proceso fue responsable de la formación de continentes.
- Haz clic y sigue a Canaltech en WhatsApp
- Sirve de advertencia | Venus alguna vez fue similar a la Tierra y sufrió una catástrofe climática
La teoría de la tectónica de placas describe que la litosfera (capa exterior de la corteza de un planeta) está formada por grandes placas que se deslizan sobre el magma. Hasta la fecha, las placas sólo se han observado en la Tierra.
Venus, en cambio, tiene una litosfera formada por una única placa con mínimo movimiento. Para muchos científicos, es posible que el planeta incluso haya mostrado algún movimiento tectónico limitado al inicio de su formación, y haya terminado con una capa “estancada” como la que vemos hoy.
Para investigar más a fondo el proceso, Capitanio y sus colegas analizaron las tierras altas de Ishita Terra. Es una meseta comparable en tamaño a Australia rodeada de cadenas montañosas más grandes que el Himalaya.
Estructuras como esta existen en la Tierra y, aquí, se forman por colisiones entre placas. Utilizando modelos informáticos y datos de la sonda Magallanes de la NASA, descubrieron que la evolución química, térmica y mecánica del manto y la litosfera de Venus pueden haber desarrollado escenarios que condujeron a la formación de Ishtar Terra.
Luego compararon los resultados con los procesos en el manto de la Tierra y probaron variaciones de fuerza en la litosfera que podrían reflejarse en las temperaturas infernales de Venus. De esta forma pudieron comparar el comportamiento del manto y la litosfera.
Los resultados mostraron que las mesetas podrían formarse a través de procesos en los que la superficie del planeta, aún sin resistencia, pierde espesor y se funde. Esto hace que las rocas fundidas formen áreas elevadas. Con el tiempo, el manto del planeta se vuelve más firme y conduce a la formación de mesetas.
El mecanismo está relacionado con la formación de cratones, los antiguos núcleos de placas tectónicas que aparecieron en nuestro planeta antes que las propias placas. «Este descubrimiento ofrece una nueva y fascinante perspectiva sobre Venus y sus posibles vínculos con la Tierra primitiva», comentó Capitanio. «Las características que encontramos en Venus son sorprendentemente similares a las de los primeros continentes de la Tierra, lo que sugiere que la dinámica pasada de Venus puede haber sido más similar a la de la Tierra de lo que se pensaba anteriormente».
El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Naturaleza Geociencia.
Fuente: Geociencia de la naturaleza, Universidad de Monash




