Parentesco y sacrificio ritual en la sociedad Moche: se revela la familia de la Señora de Cao
La intersección del parentesco, la autoridad política y las prácticas rituales de los Moche del Perú se ha descubierto a través de la reconstrucción de relaciones familiares dentro de un entierro de élite en el norte del Perú. El descubrimiento, publicado en el Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), se centra en seis individuos enterrados alrededor del año 500 d.C. en Huaca Cao Viejo, un templo con forma de pirámide dentro del complejo arqueológico de El Brujo en el Valle de Chicama.
El grupo funerario incluye a la Señora de Cao, una mujer famosa y de alto estatus enterrada con abundantes ofrendas, y un menor sacrificado. Utilizando evidencia genética, isotópica y arqueológica, los investigadores establecieron que estos individuos eran miembros de una familia extensa que abarcaba al menos cuatro generaciones. Los hallazgos también revelan una forma única de sacrificio ritual que involucra a parientes cercanos, una práctica previamente no documentada en la sociedad Moche.
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Reconstrucción de la ‘Dama de Cao’, una sacerdotisa/gobernante Moche. (Manuel González Olaechea/CC BY SA 3.0)
Sacrificio entre familiares
Los Moche, que florecieron entre el 300 y el 950 d.C., son famosos por su intrincado arte, jerarquía social y sacrificios humanos ceremoniales que a menudo se realizan públicamente como ofrendas a las deidades. Sin embargo, este entierro cuenta una historia diferente. A diferencia de los sacrificios públicos y violentos frecuentemente representados en la iconografía Moche, estos sacrificios eran privados y familiares.
Los menores, un niño y una niña, fueron estrangulados con cuerdas de fibras vegetales y enterrados junto a sus familiares. El análisis genético mostró que el niño sacrificado probablemente era hijo de uno de los varones adultos de la tumba, mientras que la niña era sobrina de la Señora de Cao. Los investigadores sugieren que el niño pudo haber sido sacrificado después de la muerte de su padre, mientras que la niña probablemente fue ofrecida durante el entierro de su tía.
«Este estudio proporciona la primera confirmación de relaciones familiares dentro de un grupo funerario de élite Moche», dijo Lars Fehren-Schmitz, arqueogenetista de la Universidad de California, Santa Cruz. «Ninguna evidencia ha señalado el sacrificio de familiares cercanos o adolescentes como hemos observado».
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Plano del Recinto del Grupo Señora. Derecha, de arriba a abajo: Ubicación del Complejo Arqueológico El Brujo, la Huaca Cao Viejo y el Recinto en orden descendente. Izquierda: El recinto con tumbas numeradas. Adobes y muros en pie en color gris y rayados. Flechas = ascensos de rampa. (PNAS)
Perspectivas sobre la sociedad Moche
Los investigadores utilizaron secuenciación genómica para reconstruir el árbol genealógico y análisis isotópico para examinar las dietas y los orígenes geográficos de los individuos. La mayoría de los individuos enterrados, incluida la Señora de Cao, pasaron su infancia cerca del valle de Chicama y consumieron una dieta rica en maíz y proteínas marinas.
Sin embargo, el perfil isotópico de la niña sacrificada indicó una dieta y un origen distintos, lo que sugiere que fue criada fuera del Valle de Chicama. Esta diferencia resalta la movilidad de las élites moche y su capacidad para formar alianzas o establecer vínculos familiares entre regiones.
La naturaleza íntima de estos sacrificios subraya el papel central del parentesco en la sociedad Moche. Al vincular a los difuntos a través de sacrificios familiares, los Moche pueden haber reforzado la transmisión de autoridad y estatus entre generaciones.
Rituales de la élite
Las prácticas funerarias reveladas en este estudio reflejan un asesinato ritual más digno y privado, posiblemente reservado para individuos de alto estatus social o espiritual. La Señora de Cao, enterrada con un pariente sacrificado, numerosas ofrendas y tatuajes intrincados, representa el pináculo de las prácticas funerarias de la élite Moche.
«Este descubrimiento enfatiza cómo el parentesco no era sólo un vínculo familiar sino un elemento crítico para mantener la autoridad política en la sociedad Moche», dijo Jeffrey Quilter, uno de los autores del estudio. El entrelazamiento del parentesco y el sacrificio ritual permitió a las elites Moche alinearse tanto con los ancestros como con las fuerzas divinas, solidificando su poder y legado.
El estudio proporciona una comprensión más profunda de las complejas estructuras sociales y ceremoniales de la civilización Moche, revelando una faceta previamente indocumentada de su rico patrimonio cultural.
Imagen superior: izquierda; Reconstrucción de la Señora de Cao. Bien; Templo Huaca Cao Viejo en el complejo arqueológico El Brujo en Perú. Fuente: Izquierda; Jean-Pierre Dalbéra/ CC BY 2.0 Derecha; PNAS
Por Gary Manners