Cráneos alargados en mujeres vikingas.
Investigaciones recientes han revelado evidencia de cambios corporales permanentes durante la era vikinga. Un estudio publicado recientemente en la revista Current Swedish Archaeology, realizado por Matthias Toplak y Lukas Kerk, analizó a tres mujeres vikingas de la isla de Gotland, en el mar Báltico, cuyos cráneos fueron alargados deliberadamente.
Este estudio arroja luz sobre la intrigante práctica de modificación corporal que prevalece entre los pueblos nórdicos y vikingos. Además, la investigación identificó aproximadamente 130 individuos, en su mayoría hombres, con surcos horizontales tallados en los dientes, con una notable concentración en Gotland.
Aunque han surgido varias interpretaciones de estos cambios dentales a lo largo del tiempo, que van desde posibles marcas de esclavitud hasta símbolos de estatus entre las élites guerreras, los académicos sugieren que un análisis más exhaustivo sugiere que estas modificaciones podrían haber servido como marcadores de identidad dentro de un grupo exclusivo de comerciantes. .
Hasta la fecha, la práctica de modificación craneal artificial durante la época vikinga está documentada en sólo tres mujeres de Gotland. Estas tres mujeres, que datan de finales del siglo XI, fueron enterradas en diferentes lugares de la isla de Gotland. Las modificaciones en sus cráneos les dieron una apariencia distinta y notable, caracterizada por el alargamiento de sus cabezas.
Otros detalles distintivos surgen al examinar dos de estos casos: una mujer murió entre 25 y 30 años, mientras que la otra tenía entre 55 y 60 años.
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Curiosamente, las modificaciones craneales, a diferencia de las modificaciones dentales, parecen ser una práctica poco común en la cultura vikinga escandinava. En Europa del Este se identificaron ejemplares que datan de los siglos IX al XI d.C., lo que sugiere un posible origen en esa región.
El descubrimiento de estas mujeres con cráneos modificados plantea interrogantes sobre cómo la sociedad de Gotland interactuó y asimiló esta forma de identidad extranjera, cuyas prácticas aún eran desconocidas cuando llegaron a Escandinavia.
“Aún no está claro cómo llegó a Gotland la costumbre de modificar el cráneo”, escriben los autores. “O las tres mujeres de Havor, Ire y Kvie nacieron en el sudeste de Europa, tal vez como hijas de comerciantes de Gotland o del Báltico oriental, y sus cráneos fueron modificados allí en sus primeros años. Las modificaciones se realizaron en Gotland o en el Báltico oriental respectivamente y, por lo tanto, representan una adopción cultural desconocida durante mucho tiempo en la era vikinga escandinava. Se puede suponer que las tres mujeres tienen un origen común debido a la cercana datación cronológica de los tres entierros y, especialmente, por la ejecución muy similar de las modificaciones del cráneo”.
Las tumbas meticulosamente ornamentadas de estas tres mujeres, repletas de joyas y otros adornos característicos del atuendo femenino de Gotlandia, sugieren que fueron plenamente aceptadas e integradas en la comunidad local. Aunque aún se desconoce la religión a la que pertenecían estas mujeres, Toplak y Kerk sugieren la posibilidad de que fueran enterradas en una estructura cristiana.
Vía: Arkenews