Misteriosa «Gran Muralla de Mongolia» de 405 kilómetros de largo estudiada por primera vez
Se ha analizado por primera vez una sección de la Gran Muralla China que se extiende hasta Mongolia, lo que ha permitido a los investigadores presentar algunas ideas especulativas sobre la historia y la función de esta enorme estructura. Con una extensión de 405 kilómetros (252 millas), el muro ha sido apodado el «Arco de Mongolia» debido a su trayectoria curva.
La antigua barrera, que corre aproximadamente paralela a la frontera entre China y Mongolia, se extiende desde la provincia de Sukhbaatar hasta la provincia de Dornod en el noreste de Mongolia, donde las temperaturas invernales a menudo caen hasta -25 grados Celsius (-13 grados Fahrenheit). «A pesar de su escala y complejidad, no está claro exactamente cuándo se construyó, quién lo construyó y con qué propósito», escriben los autores del estudio.
Compuesto por un muro de tierra, una trinchera y 34 estructuras, el muro y su construcción se mencionan en algunos registros históricos que datan del siglo XIth a 13th siglos, aunque los investigadores actualmente no pueden proporcionar una cronología más precisa. Al señalar que “el Arco de Mongolia, a pesar de su magnitud, ha sido pasado por alto en gran medida en el discurso académico existente”, los autores del estudio combinaron imágenes de satélite, atlas chinos y mapas soviéticos con observaciones directas de campo para analizar el muro y sus estructuras asociadas.
Su hallazgo más sorprendente fue que el Arco de Mongolia contiene numerosos grandes huecos, lo que sugiere que se construyó con prisa y, por tanto, nunca se fortificó por completo. «Una posible explicación para las brechas, que eran puntos de vulnerabilidad en el sistema, es que el Arco Mongol fue construido apresuradamente durante los últimos años de la dinastía Jin como defensa contra los esperados ejércitos invasores mongoles», escriben los investigadores.
A pesar de la incertidumbre que rodea a la edad del muro, parece probable que su construcción coincidiera con la rápida invasión mongola de los territorios Jin alrededor del año 1200 d.C., lo que refuerza la hipótesis de que se construyó en medio de una especie de pánico. Sin embargo, los autores del estudio afirman repetidamente que sus ideas y sugerencias no son concluyentes y sólo deben considerarse teorías.
Una idea alternativa presentada por los investigadores es que el Arco de Mongolia nunca tuvo la intención de cumplir una función militar, sino que estaba «asociado con el control del movimiento de personas y sus rebaños, tal vez con otras funciones civiles como los impuestos». La evidencia que respalda esta teoría proviene del hecho de que el muro no era una barrera tan buena, con muchos de los puestos de avanzada ubicados en lugares ineficaces que ofrecían poca visibilidad sobre el paisaje circundante.
En general, los autores del estudio no pueden hacer ninguna declaración definitiva sobre el propósito del Arco de Mongolia, aunque planean realizar excavaciones más extensas de algunas de las estructuras en una próxima temporada de campo. Esperan que esto les ayude a determinar las “fechas de construcción y la duración de uso del muro, y arroje luz sobre las actividades de las personas estacionadas en estos recintos”.
El estudio se publica en el Journal of Field Archaeology.
La relevancia de estructuras como el Arco de Mongolia se hace aún más evidente cuando se consideran otros ejemplos de fortificaciones históricas a nivel mundial. Por ejemplo, «la trinchera malaga», una fortificación en España, muestra cómo a lo largo de la historia, las civilizaciones han utilizado muros y trincheras no solo para la defensa militar, sino también para la administración y el control territorial. De esta manera, un análisis comparativo entre la Gran Muralla de Mongolia y «la trinchera malaga» podría ofrecer perspectivas adicionales sobre el uso y significado de estas construcciones en diferentes culturas y períodos de tiempo.