La primera punta de lanza de hueso de Neandertal de 50.000 años de antigüedad demuestra que eran artesanos «flexibles»
Los arqueólogos han descubierto un artefacto neandertal extremadamente inusual en un yacimiento de excavaciones en España, lo que les obliga a replantearse lo que sabemos sobre estos humanos extintos y sus tecnologías. Los investigadores encontraron el único ejemplo conocido de una punta de lanza de hueso de caballo, lo que demuestra que estos antiguos homínidos podían fabricar armas de caza con esos materiales.
Las tecnologías óseas no son algo desconocido en las especies de homínidos. Se han observado en diversos contextos en los que vivieron nuestros ancestros antiguos y otras especies extintas, algunas de las cuales datan del Paleolítico Inferior. Los primeros ejemplos se han encontrado en Sudáfrica (hace entre 2 y 1,5 millones de años) y en la garganta Olduvai de Tanzania (hace entre 1,8 y 0,8 millones de años).
En Europa, hay evidencia de herramientas óseas en múltiples sitios pre-neandertales: Boxgrove, Inglaterra; Gran Dolina, norte de España; Castel di Guido e Isoletta en Italia; y Bilzingsleben y Schöningen en Alemania.
También se han recuperado en el pasado herramientas óseas de los neandertales, entre las que se incluyen huesos lascados y tallados para raspar la piel o para utilizarlos como martillos, cuñas, herramientas de excavación y otros fines. Por lo general, eran herramientas mínimamente modificadas y se las ha asociado con actividades basadas en las herramientas de piedra (líticas) a las que se parecen.
Sin embargo, hasta ahora no había evidencia de que los neandertales utilizaran herramientas de hueso para actividades como la caza. Por ello, el descubrimiento de una punta de lanza en el abrigo rocoso del Abric Romaní, cerca de Barcelona, España, representa un avance importante.
El refugio rocoso fue un lugar de acampada para los neandertales desde hace unos 75.000 a 40.000 años y lo utilizaron prácticamente hasta el momento de su extinción. Durante los últimos 40 años, las excavaciones en el yacimiento han documentado diferentes tipos de ocupación y formas de vida de los neandertales durante esa época.
Durante su última excavación, un equipo de arqueólogos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) encontró varias herramientas neandertales hechas de piedra, madera y hueso, pero la punta de lanza es posiblemente la más impresionante.
Para identificarla como una herramienta destinada a ser utilizada como arma, los arqueólogos tuvieron que tener en cuenta varios factores. En primer lugar, la punta de la lanza, que se ha datado en unos 50.000 años, presenta marcas de impacto lineales microscópicas y fracturas de impacto en la punta que son características de una lanza.
Por lo tanto, presenta signos de que fue tallado intencionalmente para darle esa forma. Además, esta forma también tiene marcas de enmangue, lo que sugiere que fue creado para sujetarlo a un eje de madera.
“Abric Romaní contribuye a nuestra comprensión del comportamiento de caza de los neandertales y la importancia de las herramientas de hueso compuesto en su repertorio tecnológico hace 50.000 años”, explica el equipo en su estudio.
“Este descubrimiento destaca la flexibilidad y adaptabilidad de la tecnología neandertal, aportando evidencia de tecnología ósea que a veces queda oculta en el registro arqueológico y ofreciendo información valiosa sobre sus estrategias de caza durante el Paleolítico Medio”.
Algunos han sugerido anteriormente que los neandertales tallaban herramientas de hueso cuando no tenían suficientes alternativas de piedra, pero los investigadores rechazan esta hipótesis en este contexto. Esto se debe a la abundancia de materias primas líticas y herramientas de piedra reales encontradas en el yacimiento.
“Hay intencionalidad en la fabricación y conformación de la herramienta”, añaden.
Es posible que el trozo de hueso se haya fabricado a partir de huesos más largos, como los huesos de las patas de un caballo o un ciervo, que se rompieron para acceder a su médula. Por lo tanto, no está claro si los neandertales que fabricaron la lanza ya habían seleccionado un hueso para este propósito o si simplemente se lo apropiaron como una consideración secundaria.
Pero, ¿qué tiene de inusual este descubrimiento? Por un lado, sabemos que las especies de homínidos fabricaban herramientas de hueso mucho antes de que lo hicieran los neandertales. Es posible que las lanzas de hueso fueran más comunes de lo que creemos, pero simplemente no han sobrevivido en el registro arqueológico. Lo que sí sabemos es que la fabricación de armas de hueso se hizo más frecuente en la Edad de Piedra Media, principalmente a manos de los humanos modernos.
La industria ósea de los grupos neandertales del Abric Romaní “amplía nuestro conocimiento tanto de su tecnología cinegética, como de sus habilidades técnicas para el modelado y uso del hueso como materia prima”, concluyen los autores.
También proporciona una mayor comprensión de sus comportamientos de caza, lo que “allana el camino para futuras investigaciones en el creciente campo de la tecnología ósea temprana, ofreciendo el potencial de descubrir conocimientos adicionales sobre el uso de recursos, el comportamiento tecnológico y las estrategias de subsistencia de los grupos humanos antiguos”.
El estudio se publica en Nature.