Ufología

Exploración espacial: por qué es tan difícil llevar astronautas a Marte

Todavía pasará un tiempo antes de que la NASA envíe a los primeros humanos a Marte; si todo va como se espera, la agencia espacial podría llevar astronautas al Planeta Rojo en 2040. Pero, después de todo, ¿deberíamos realmente llevar humanos allí? Esto es lo que analizó Jordan Bretzfelder, becario postdoctoral en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Planetarias y Espaciales de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), considerando los diferentes desafíos del emprendimiento.

Para ella, vale la pena llevar humanos a Marte por el gran valor que allí tiene para la exploración científica, en comparación con la que realizan los robots. “Los humanos pueden tomar decisiones rápidas sobre muestreo y recolección de datos, y pueden sortear ciertos obstáculos y terrenos con mayor facilidad y libertad que muchos tipos de vehículos robóticos”, destacó.

Han pasado más de 60 años desde que la humanidad envió robots al planeta; fue en 1970 que la NASA lanzó allí los módulos de aterrizaje Viking 1 y 2, los primeros módulos de aterrizaje norteamericanos lanzados al Planeta Rojo. Muchas de estas misiones siguen activas, enviando datos detallados y enseñándonos cada vez más sobre este mundo.

Por otro lado, una misión tripulada podría proporcionar valiosas lecciones sobre cómo vivir y permanecer en Marte. Jordan recuerda los beneficios de las misiones tripuladas del programa Apolo, en “casos en los que se recogieron ciertas rocas científicamente valiosas gracias a la rapidez de pensamiento y juicio de los astronautas”.

Humanos en Marte

Sin embargo, mantener a los astronautas vivos y seguros en una superficie planetaria tan distante y compleja no es fácil. «Aun así, la posibilidad de introducir accidentalmente microbios terrestres en Marte es un riesgo potencial», señaló. En 2022, la NASA discutió algunas de las medidas de seguridad que se adoptarán para evitar la contaminación de las muestras marcianas que deben traerse a la Tierra.

Y, después de todo, ¿dónde vivirían estos astronautas? Una posibilidad es algún hábitat en los tubos de lava debajo de la superficie marciana, que los protegería de la radiación solar, pero instalaciones de este tipo podrían dificultar la comunicación con la Tierra incluso si hubiera instalaciones en la Tierra. Por lo tanto, Bretzfelder cree que lo ideal serían instalaciones en la superficie, como las que se espera que se utilicen en la Luna durante el programa Artemis.

Es cierto que enviar humanos a Marte plantea varios desafíos y, para ella, este es el mejor momento para pensar en estas preguntas y sus respuestas. «Es un momento emocionante para considerar seriamente este tipo de exploración y, a medida que regresemos a la Luna, probablemente aprenderemos lecciones valiosas que permitirán la exploración humana de Marte», concluyó Bretzfelder.

Fuente: Universo Hoy

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