Ufología

Experimento de científico brasileño muestra cómo sembrar cultivos en Marte

Cuando los primeros astronautas lleguen a Marte, necesitarán producir su propia comida. En este sentido, la astrobióloga Rebeca Gonçalves llevó a cabo un experimento con cultivos intercalados, una técnica de producción agrícola que mezcla plantas beneficiosas entre sí en un solo cultivo. Los resultados podrían ayudar a los científicos a encontrar formas de mejorar la producción de alimentos en el Planeta Rojo.

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En el estudio, Gonçalves y sus colegas demostraron que no es fácil lograr que se desarrollen raíces de cultivos en el regolito de Marte, rico en minerales y pobre en nutrientes. Aquí es donde entra en juego el cultivo intercalado: al trabajar con diferentes especies de plantas en un cultivo, puede ser posible compensar la falta de nutrientes en el suelo.

Para investigar los desafíos de producir alimentos en Marte, demostraron el cultivo intercalado de tomates, guisantes y zanahorias, y trabajaron con tierra común, arena común y una simulación del regolito marciano. Se eligió el guisante, una leguminosa, porque crece con bacterias que capturan el nitrógeno del aire para que la planta lo absorba a través de las raíces.

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Tal como pasó con el protagonista de la película. Perdido en Marte, dirigida por Ridley Scott, cultivaron las verduras en una atmósfera similar a la de la Tierra. Las plantas recibieron el mismo aire que respirarán los astronautas, pero como no será posible llevar allí tierra de nuestro planeta, la tierra utilizada fue regolita.

Al final, las plantas de tomate mostraron un mayor crecimiento y desarrollo de más frutos. Se dieron cuenta de que las plantas dispuestas en cultivos intercalados mostraban un mejor crecimiento que las del monocultivo.

Por otro lado, la técnica no resultó beneficiosa para los guisantes y las zanahorias. Según el científico, esto sucedió porque el regolito marciano es extremadamente fino y polvoriento, y tenía la textura de arcilla compacta cuando recibía agua. “Esto es malo, porque dificulta la difusión de oxígeno, CO2 y otros gases que necesitan las bacterias”, explicó.

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La siembra en arena relativamente estéril resultó ser muy exitosa y las hortalizas crecieron muy bien allí con cultivos intercalados. Este resultado es una forma de validar la técnica de plantación para su uso en nuestro planeta en lugares donde el suelo ha sido afectado por la acción humana o el cambio climático.

El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Más uno.

Fuente: O Globo, PLoS One

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