El cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) está a punto de encontrarse con el Sol: deberíamos verlo pronto

¡Que llegue el viernes! El cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) se dirige ahora a toda velocidad hacia su encuentro más cercano con el Sol, posiblemente su único encuentro con nuestra estrella. El 27 de septiembre, el cometa volará a una distancia de 58,6 millones de kilómetros (36,4 millones de millas) del Sol; es decir, aproximadamente la misma distancia que la órbita de Mercurio.
Este cometa ha sido objeto de especial atención. Su potencial para volverse brillante ha entusiasmado a los astrónomos y amantes del cielo durante meses, y en las últimas semanas se ha vuelto visible a simple vista. Las estimaciones optimistas sugieren que podría convertirse en uno de los más brillantes en años, y los próximos días serán cruciales para comprobar esa predicción.
Si quieres verlo, a simple vista o con telescopio, solo tendrás que esperar unos días más. A partir de la semana que viene será visible antes del amanecer, y a partir del 9 de octubre, al atardecer. El paso más cercano a la Tierra será el 12 de octubre, por lo que la época en torno a esa fecha es ideal para avistarlo. El Proyecto Telescopio Virtual tendrá observaciones transmitidas en vivo a partir del 28 de septiembre, incluida una charla en vivo el 9 de octubre.
El nombre del cometa proviene de los dos observatorios que lo descubrieron de forma independiente. El primero fue el Observatorio Astronómico Zijinshan (Observatorio de la Montaña Púrpura), pero se perdió en las observaciones posteriores porque el cometa era débil y distante. Luego fue redescubierto por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Sudáfrica. Tras el descubrimiento, también se encontró en observaciones anteriores de diciembre de 2022.
La órbita del cometa tiene una gran excentricidad. Si el cometa está ligado al Sol, tardará millones de años en dar una vuelta alrededor del mismo. Pero existe la posibilidad de que el cometa ya no esté ligado al Sistema Solar. Perturbado por alguna interacción gravitatoria, se ha dirigido hacia el Sol y, al pasar, puede salir volando y alejarse para convertirse en un objeto interestelar.