Ciencia

“Cosas raras” alrededor de un enorme agujero negro detectado por el Hubble

El agujero negro supermasivo 3C 273 es una maravilla. Es el primer objeto identificado como un cuásar, un agujero negro que come cosas con tanta voracidad que el proceso eclipsa a su propia galaxia. Es tan brillante que incluso a 2.500 millones de años luz de distancia se puede ver con un telescopio pequeño. Sin embargo, para observar sus detalles, los científicos tuvieron que usar el telescopio Hubble y encontraron algo extraño.

Esta campaña de observaciones utilizó un coronógrafo, un sistema que crea pequeños eclipses bloqueando la luz de las estrellas. En este caso, el coronógrafo bloqueó la luz del agujero negro supermasivo, que pesa 886 millones de veces la masa del Sol.

Ese enfoque finalmente reveló la anatomía del chorro de material que sale de los alrededores del agujero negro supermasivo casi a la velocidad de la luz; Dentro del chorro de 300.000 años luz de longitud hay estructuras complejas.

«Tenemos algunas gotas de diferentes tamaños y una misteriosa estructura filamentosa en forma de L. Todo esto está a 16.000 años luz del agujero negro», dijo Bin Ren, del Observatorio de la Costa Azul y la Universidad Costa Azul. en Niza, Francia, dijo en un comunicado. «Gracias al poder de observación del Hubble, estamos abriendo una nueva puerta para comprender los quásares. Mis colegas están entusiasmados porque nunca antes habían visto tantos detalles».

Las nuevas observaciones se combinaron con imágenes más antiguas. En los resultados, el equipo no sólo vio estructuras peculiares, sino que también descubrió que el chorro se movía más rápido cuanto más se alejaba del quásar. Es posible que la peculiar forma de L se deba a la presencia de galaxias más pequeñas de las que se alimenta este cuásar.

«Con las finas estructuras espaciales y el movimiento del chorro, el Hubble cerró la brecha entre la radiointerferometría a pequeña escala y las observaciones de imágenes ópticas a gran escala, y así podemos dar un paso observacional hacia una comprensión más completa de la morfología del huésped de los cuásares», explicó Ren. .

«Nuestra visión anterior era muy limitada, pero el Hubble nos está permitiendo comprender en detalle la complicada morfología de los cuásares y las interacciones galácticas».

El equipo espera seguir estas observaciones con el JWST, que podría proporcionar más detalles en comparación con el Hubble gracias a su espejo más grande, con conocimientos diferentes dado que mira el universo en longitudes de onda más largas.

3C 273 es un objeto excepcional. En 2017, las estimaciones de su temperatura se situaron en decenas de billones de grados, lo que desafía los modelos físicos de cómo entendemos los quásares y lo que pueden hacer. Este último trabajo es un paso más en la ampliación de ese conocimiento.

El estudio se publica en la revista Astronomy & Astrophysics.

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