Cómo un arquero medieval podría derribar a un caballero con armadura (vídeo)
Los arqueros medievales se enfrentaron a un desafío abrumador al intentar derrotar a los caballeros vestidos con armaduras de placas completas. Recurrieron a una combinación de armamento, estrategia e ingenio para superar este formidable obstáculo. En el centro de su arsenal estaban los arcos largos y las ballestas, sus compañeros de confianza. Estos arcos desataban flechas con una fuerza increíble, capaces de perforar incluso la armadura más gruesa. Para mejorar sus capacidades perforantes, los arqueros confiaban en puntas de flecha especializadas. Sin embargo, no fue sólo su armamento sino también sus ingeniosas tácticas lo que hizo que los arqueros tuvieran éxito. Afinaron su puntería a la perfección, dirigiendo flechas hacia las grietas de la armadura de un caballero, como las articulaciones vulnerables y la estrecha hendidura de la visera. Estos disparos precisos apuntaban a áreas sensibles como los ojos, la garganta o las axilas, donde la armadura ofrecía menos protección.
Además, los arqueros adoptaron una estrategia de «fuego concentrado». Esto implicó desatar un implacable aluvión de flechas, creando una tormenta mortal que aumentó sus posibilidades de encontrar grietas en las defensas del caballero. La pesada armadura, si bien ofrecía protección, también obstaculizaba la agilidad del caballero. Los arqueros explotaron esta debilidad, aprovechando la movilidad limitada del caballero, asegurándose de que se convirtieran en objetivos vulnerables en el campo de batalla.
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Imagen de Portada: Arquero medieval. Fuente: Obras HN / Adobe Stock.
Por Robbie Mitchell
