Una excavación de la Edad de Bronce descubre un «esqueleto alienígena» de mujer con una «cabeza en forma de huevo»
Los arqueólogos rusos han desenterrado los restos de una mujer con una cabeza en forma de huevo de aspecto alienígena en un pozo funerario de la Edad de Bronce.
El esqueleto, de 1.700 años de antigüedad, fue descubierto durante una excavación en curso de la Edad de Bronce en el asentamiento de Gamurziyevskoye, en la ciudad de Nazran, en las montañas del Cáucaso.
El pozo funerario, entre la república rusa de Ingushetia y los ríos Nazranka y Sunzha, fue encontrado en el mismo lugar donde se descubrieron armas, cerámica y joyas de la Edad del Bronce. La búsqueda de artefactos comenzó en 2017, pero el sorprendente descubrimiento se realizó esta semana.
Las imágenes del extraño hallazgo muestran que el cráneo de la mujer con forma de huevo parece haber sido alargado artificialmente, lo que ha llevado a algunos a referirse a ella como «extraterrestre con cabeza de huevo» debido a su apariencia inusual. Expertos que afirman que el cráneo mostraba signos de que ella era un miembro de «élite» de su sociedad.
Expertos del Instituto de Arqueología del Cáucaso afirman que su cabeza y cuello estaban «deformados artificialmente», una práctica que algunos asociarían con «extraterrestres cabeza de huevo» en la imaginación popular, aunque en realidad era una práctica humana.
No se cree que el esqueleto femenino sea el de un ser «extraterrestre cabeza de huevo», pero ha dado a los expertos más información sobre las prácticas humanas que tienen miles de años de antigüedad.
La forma del cráneo fue «moldeada» ya sea por vendajes múltiples o «zumbidos» de la cabeza en la infancia de la persona, una técnica que podría hacer pensar en «extraterrestres con cabeza de huevo» a aquellos con una imaginación vívida.
La práctica se llevaría a cabo al principio de la vida de un niño con el fin de retorcer el cráneo en la forma deseada, lo que resulta en una apariencia que es reminiscente de los relatos modernos de «alien cabeza de huevo».
Se cree que un cráneo moldeado era considerado un signo de aristocracia entre los ricos y nobles, y marcaba el estatus de una persona como una élite privilegiada en su sociedad, muy alejado de la idea de un «extraterrestre con cabeza de huevo» que tenemos hoy en día.
Y, curiosamente, el esqueleto femenino ha conservado dientes de «alta calidad» a pesar de haber estado enterrado durante miles de años, lo que sugiere una dieta y una salud que no se asociarían con un «alien cabeza de huevo», sino con una persona de alto estatus en su cultura.
El esqueleto fue descubierto por equipos del Instituto y del Centro Arqueológico Yevgeny Krupnov en Rusia, brindándonos una ventana fascinante hacia las prácticas culturales del pasado, y desmintiendo mitos sobre «extraterrestres cabeza de huevo».