Las erupciones en Venus pueden ser tan comunes como las de la Tierra

La actividad volcánica de Venus es mayor de lo que se imaginaba, según un nuevo estudio publicado en Naturaleza. Los científicos encontraron evidencia de erupciones en el planeta en datos de la misión Magallanes, que investigó la superficie de Venus en los años 1990.
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Entre 1990 y 1992, el radar Magallanes de la NASA cartografió el 98% de la superficie de Venus, recopilando datos que hasta el día de hoy ayudan a los científicos a estudiar el planeta vecino a la Tierra. Fue gracias a esta base de datos que, en 2023, un equipo realizó el descubrimiento histórico de una reciente erupción volcánica en Venus.
Utilizando los mismos datos en un nuevo estudio, se detectaron otras actividades, lo que aumentó las expectativas de los científicos sobre la “vida” geológica de Venus. «Venus puede ser mucho más volcánicamente activo de lo que se pensaba anteriormente», dijo el líder del estudio, Davide Sulcanese.
Investigador de la Universidad d’Annunzio en Pescara, Italia, Sulcanese afirma que “al analizar los flujos de lava que observamos en dos lugares del planeta, descubrimos que la actividad volcánica en Venus puede ser comparable a la de la Tierra”.
El radar Magellan analizó Venus mediante ondas de radio enviadas a la superficie del planeta a través de la espesa capa de nubes en su atmósfera, que luego rebotaron hacia la nave espacial. Así, las señales reflejadas llevaban información sobre el material de la superficie de Venus.
Las regiones analizadas por los autores fueron el volcán Sif Mons en Eistla Regio y la parte occidental de Niobe Planitia, donde se encuentran varias formaciones volcánicas. Eligieron dos fechas en las que Magalhães recopiló sus datos en estas áreas, una en 1990 y la otra en 1992.
Con estos datos en la mano, el equipo comparó la superficie en ambas fechas y descubrió un aumento en la intensidad de la señal del radar durante este corto período de tiempo, lo que sugiere la formación de nueva roca volcánica, probablemente lava solidificada.
Antes de llegar a esta conclusión, los autores se preocuparon por eliminar otras explicaciones a estos cambios en la superficie, como las dunas de arena que podrían formarse, o incluso los efectos atmosféricos.
Se estima que la erupción de Sif Mons produjo alrededor de 30 km² de roca, suficiente para llenar 36.000 piscinas olímpicas, mientras que la erupción de Niobe Planitia produjo 45 km² de roca, suficiente para 54.000 piscinas olímpicas.
Los resultados ofrecen una nueva perspectiva sobre la actividad geológica del planeta considerado “hermano gemelo de la Tierra” y pueden ayudar a descubrir por qué Venus, contrariamente a todas sus condiciones iniciales, no se volvió propicio para la vida.
Fuente: Naturaleza, NASA