Ufología

La NASA «retirará» los satélites que monitorean el medio ambiente

La NASA proporciona datos importantes sobre el medio ambiente, como el estado de la capa de ozono o la magnitud de los incendios forestales, a través de tres importantes satélites: Terra, Aqua y Aura. El problema es que, pronto, estos dispositivos dejarán de funcionar.

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Los satélites ya están perdiendo altitud y se acercan a sus últimas transmisiones de datos medioambientales, antes de que finalice definitivamente su operación; aún no se conoce la fecha exacta, pero esto debería ocurrir dentro de algunos años.

Posibles sustitutos, los nuevos satélites aún no han sido puestos en órbita para permitir la comparación de datos y la comprensión de equivalencias, pero, independientemente de ello, los expertos ya dicen que no serán tan completos. Las fuentes de seguimiento alternativas serán una forma de complementar la vigilancia.

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“Perder estos datos irremplazables es simplemente trágico”, afirma al periódico Susan Solomon, científica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Los New York Times. “Justo cuando el planeta más necesita que nos centremos en comprender cómo nos afecta y cómo le estamos afectando, parece que estamos desastrosamente dormidos al volante”, añade Solomon sobre la desastrosa situación, que puede trastornar las mediciones.

Satélites Terra, Aqua y Aura

Los tres satélites de la NASA han estado observando el planeta Tierra durante unos 20 años, lo que ha permitido a los investigadores crear importantes bases de datos. Con estos datos es posible medir la extensión de la capa de ozono, analizar incendios forestales, comprobar vertidos de petróleo en los océanos, evaluar columnas volcánicas o incluso medir el espesor de las nubes.

En particular, los tres satélites de la NASA ayudan activamente a monitorear la estratosfera, la segunda capa más cercana a la Tierra (entre la troposfera y la mesosfera). También permiten la construcción de mapas precisos de las regiones forestales, algo fundamental en el ámbito de la preservación.

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Monitoreo de la capa de ozono

Entre las actividades de seguimiento que se verán dificultadas con el retiro de los satélites se encuentra la medición de la capa de ozono, que actualmente se realiza mediante instrumentos en el satélite Aura. Este equipo ya ha permitido medir el impacto de los incendios forestales históricos de Australia (en 2019 y 2020) y el nivel de destrucción provocado por la erupción volcánica de Tonga (2022).

Si el satélite se conservara durante más tiempo, aún permitiría comprender uno de los misterios actuales: por qué la capa de ozono aún no se ha recuperado como se esperaba, a pesar del control de contaminantes específicos, como los clorofluorocarbonos (CFC).

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Posición de la NASA

Para Jack Kaye, director asociado de investigación de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA, el plan de retiro de satélites es una decisión difícil. Sin embargo, afirma que los científicos todavía tendrán herramientas para monitorear lo que sucede en la atmósfera.

Además, Kaye destaca que se lanzarán nuevas herramientas para mirar el mundo de nuevas maneras. “No es lo mismo, pero, ya sabes, si no todo puede ser igual, haces lo mejor que puedes”, añade.

¿Nuevas alternativas de monitoreo?

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Paralelamente, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) está desarrollando una “flota” de instrumentos más pequeños y ligeros, que podrían ponerse en órbita de forma más económica y rápida que los satélites antiguos. Estos dispositivos ayudarán en el futuro a realizar un seguimiento activo del medio ambiente.

La cuestión es que, según los expertos, estos nuevos instrumentos deben estar en funcionamiento antes de que los antiguos dejen de funcionar. “Se necesita un buen y largo período de superposición para comprender las diferencias y resolver los problemas”, señala Norman G. Loeb, científico de la NASA. “De lo contrario, será muy difícil tener confianza en estas mediciones si no tenemos la oportunidad de compararlas con las mediciones actuales”, añade.

Fuente: NYT

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