La NASA descubre el campo eléctrico oculto de la Tierra que genera «vientos» supersónicos
Por primera vez, un equipo de científicos logró recopilar mediciones de un campo eléctrico del tamaño de la Tierra, que puede desempeñar un papel tan fundamental para nuestro planeta como la gravedad y el campo magnético. Los datos fueron recopilados con un cohete suborbital de la NASA y confirman la estructura predicha por primera vez hace 60 años.
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La estructura en cuestión es el llamado campo eléctrico ambipolar. Su existencia se propuso en la década de 1960 después de que una nave espacial sobrevolara los polos de la Tierra y detectara un flujo de partículas que iban desde la atmósfera de nuestro planeta al espacio.
La corriente se llamó “viento polar”, pero su origen seguía siendo un misterio: muchas de sus partículas eran frías y viajaban a velocidades supersónicas. «Tenía que haber algo que sacara estas partículas de la atmósfera», comentó GLyn Collinson, autora principal del nuevo estudio.
El principal sospechoso era un campo eléctrico aún no descubierto que, a pesar de ser débil, debería tener efectos perceptibles a cientos de kilómetros de distancia. Sin embargo, las tecnologías disponibles no permitieron detectar el campo eléctrico.
Eso cambió en 2016, cuando Collinson y su equipo crearon un instrumento que podía recopilar mediciones del campo ambipolar y que podía ser lanzado por un cohete suborbital. Funcionó: en 2022, la misión Endurance fue lanzada con un cohete suborbital de la NASA con destino a Svalbard, un archipiélago noruego a unos cientos de kilómetros del Polo Norte.
Durante el viaje, Endurance midió un cambio de sólo 0,55 voltios en el potencial eléctrico. «Medio voltio es casi nada, es tan potente como la pila de un reloj, pero es la cantidad justa para explicar el viento polar», añadió Collinson.
Los iones de hidrógeno (la partícula más abundante en el viento polar) reciben un “pequeño empujón” del campo eléctrico, que es 10,6 veces más fuerte que la gravedad. Alex Glocer, coautor del estudio, explicó que “esto es más que suficiente para vencer la gravedad; de hecho, es suficiente para lanzarlos al espacio a velocidades supersónicas”.
Los resultados de la misión Endurance representan varias vías nuevas para estudios futuros. El campo ambipolar es un campo energético fundamental en nuestro planeta, junto con la gravedad del magnetismo, y puede haber afectado la evolución de la atmósfera de maneras que ahora pueden ser estudiadas por los científicos.
Además, el campo fue creado por la dinámica interna de la atmósfera. Por lo tanto, pueden existir estructuras similares en planetas como Venus y Marte. «Ahora que finalmente lo hemos medido, podemos comenzar a aprender cómo ha dado forma a nuestro planeta y a otros a lo largo del tiempo», concluyó Collinson.
El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Naturaleza.
Fuente: NASA