Ufología

El telescopio James Webb revela gas a casi la velocidad de la luz cerca de un agujero negro

El telescopio James Webb ha detectado la estructura de gas y polvo que rodea un agujero negro supermasivo en una galaxia a 70 millones de años luz de distancia. Dirigidas por científicos de la Universidad de Newcastle, las observaciones revelaron que la energía que calienta la estructura proviene de las colisiones de gases que se mueven casi a la velocidad de la luz, no de la radiación del agujero negro.

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Este titán cósmico se encuentra en ESO 428-G14, una galaxia activa. Esta expresión significa que la galaxia tiene un núcleo galáctico activo que emite luz en todo el espectro electromagnético debido al agujero negro supermasivo que se alimenta de materia allí.

Al estudiar el polvo cerca de los agujeros negros supermasivos, los científicos pueden comprender cómo las galaxias reciclan material. Esto revela los detalles de los procesos mediante los cuales los agujeros negros influyen en sus galaxias, incluida la nuestra, hogar del agujero negro Sagitario A*.

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En este caso, los choques provocados por colisiones de gas que se mueven casi a la velocidad de la luz fueron descubiertos por el equipo Galactic Activity, Torus, and Outflow Survey (GATOS), una colaboración internacional para estudios del centro de las galaxias con el telescopio James Webb. .

En muchos núcleos galácticos activos existen espesas nubes de gas y polvo que impiden la observación de los procesos que allí ocurren. Aquí es donde entra James Webb, cuyos instrumentos observan estas regiones en infrarrojo, una longitud de onda que puede atravesar las partículas y revelar el núcleo oculto por ellas.

Las nuevas imágenes de Webb mostraron que gran parte del polvo cerca del agujero negro de ESO 428-G14 fue dispersado por chorros de radio provenientes de discos de acreción de materia. Además, los autores también identificaron una relación entre el polvo allí y el chorro de ondas de radio, lo que sugiere que esta estructura puede ser responsable del calentamiento y la alteración del polvo.

“Existe mucho debate sobre cómo los núcleos galácticos activos transfieren energía a su entorno. No esperábamos ver que los chorros de radio pudieran causar este tipo de daño. ¡Pero aquí está!”, celebró el doctor David Rosario, coautor del estudio.

El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society.

Fuente: Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society, Universidad de Newcastle

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