Un satélite europeo caerá en la atmósfera terrestre en septiembre
El satélite Salsa, de la Agencia Espacial Europea (ESA), reingresará a la atmósfera terrestre el próximo 8 de septiembre siendo quemado. Es habitual que los satélites y otros objetos artificiales corran esta suerte, pero lo que hace diferente esta operación es que la ESA la dirigió con cuidado: la nave descendió 130.000 kilómetros de altitud y debe ser quemada de forma segura en una zona seleccionada sobre el Océano Pacífico al sur.
- Haz clic y sigue a Canaltech en WhatsApp
- Mira el increíble reingreso de la nave espacial en video sin cortes
La ESA cree que cualquier fragmento que resista el proceso no debería caer al suelo. Como los datos sobre lo que sucede cuando una nave espacial atraviesa la atmósfera son escasos, los miembros de la agencia están considerando monitorear el reingreso a bordo de un avión y confirmarán la posibilidad a finales de mes.
Salsa forma parte del Cluster, grupo que también tiene satélites llamados Rumba, Tango y Samba. Desde el año 2000, el grupo de “bailarines espaciales” vigila el campo magnético de la Tierra y debía permanecer activo sólo durante dos años. Aun así, los satélites del Clúster se mantienen en buen estado y siguen enviando datos científicos.
Si la ESA los hubiera retirado en 2002, los satélites probablemente habrían vuelto a entrar por sí solos y sus restos podrían haber llegado a alguna región no deseada. Ahora que ha llegado el momento de finalizar la misión, la ESA ha elegido Salsa para el reingreso guiado, que permite a los operadores controlar con precisión dónde aterrizarán los restos de la nave.
Por supuesto, las posibilidades de que los restos de un satélite golpeen a alguien o a un edificio son extremadamente bajas. Aún así, la agencia quiere reducir aún más los riesgos, hasta el punto de que se utilizó un enfoque similar con el satélite meteorológico Aelous, que realizó un reingreso guiado el año pasado.
Ahora, la salsa realizará su “baile final” con el llamado “reingreso al objetivo”, probado por primera vez. Como su órbita es mucho más ovalada que la de Aeolus, la ESA la redujo a 130.000 km en enero. Luego, el satélite realizó otra maniobra necesaria para alejarlo a sólo 80 km de la Tierra durante su máxima aproximación.
De esta manera, se guió a poner fin a sus actividades sobre una zona remota del Océano Pacífico. En los próximos años, los demás satélites de la constelación correrán una suerte similar: en 2025 será el turno de Rumba, seguido de Tango y Samba en 2026.
Fuente: ESA