El segundo mundo más rico en agua del sistema solar interior tiene más material orgánico de lo que se pensaba
Ceres, planeta enano y reina del cinturón de asteroides, sigue siendo un mundo fascinante. Cuando fue visitado por Dawn de la NASA, los signos de actividad geológica, incluidos volcanes de hielo, eran abundantes. La nave espacial también informó de la presencia de varias regiones ricas en materia orgánica. Se suponía que los cometas y asteroides los trajeron a la superficie de Cererian. Un nuevo trabajo desafía esa suposición.
Ceres es una gran esfera de hielo y roca. Es poco probable que tenga un océano debajo, pero es posible que posea un interior salobre que fluye y que ocasionalmente entra en erupción en criovolcanes como Ahuna Mons. En el Sistema Solar interior, ocupa el segundo lugar después de la Tierra por su cantidad de agua. Un nuevo análisis de los datos de Dawn ha revelado más regiones ricas en materiales orgánicos, lo que desfavorece la idea de que estos materiales tengan una fuente exógena: no fueron traídos aquí por colisión.
Hay otra evidencia que apoya la producción endógena. Los investigadores realizaron experimentos de laboratorio para ver cuánto tiempo tardarían estos depósitos en degradarse. Estiman que Ceres tenía entre dos y hasta 30 veces más material orgánico que el detectado hoy; eso es mucho más de lo que podría traer un asteroide. Según estos resultados, la producción interna es más probable, con consecuencias potencialmente importantes.
“La importancia de este descubrimiento radica en que, si se trata de materiales endógenos, se confirmaría la existencia de fuentes de energía internas que podrían sustentar procesos biológicos”, afirma el autor principal Juan Luis Rizos, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía. dijo en una declaración traducida.
El equipo encontró 11 nuevas regiones con características que sugieren la presencia de compuestos orgánicos. Entre las regiones candidatas se encuentran las cuencas de Urvara y Yalode. Tenían la firma más fuerte de materia orgánica, lo que sugiere que tal vez la materia orgánica proviene del subsuelo y solo queda expuesta durante la dramática excavación causada por un impacto.
“Estos impactos fueron los más violentos que haya experimentado Ceres, por lo que el material debe provenir de regiones más profundas que el material expulsado de otras cuencas o cráteres”, explicó Rizos. «Si se confirma la presencia de sustancias orgánicas, su origen deja pocas dudas de que estos compuestos son materiales endógenos».
Seis años después del final de la misión, los datos de Dawn continúan analizándose, revelando nuevos conocimientos sobre el cuerpo más grande del cinturón de asteroides y el único planeta enano del Sistema Solar interior. Sin embargo, estos hallazgos podrían tener un impacto más amplio.
“La idea de un depósito orgánico en un lugar tan remoto y aparentemente inerte como Ceres plantea la posibilidad de que puedan existir condiciones similares en otros cuerpos del Sistema Solar. Sin duda, Ceres será revisitada por nuevas sondas en un futuro próximo y nuestra investigación será clave para definir la estrategia de observación de estas misiones”, concluyó Rizos.
Los dos artículos sobre este trabajo se publican en The Planetary Science Journal y en Science.