Ufología

El intrigante e inusual encuentro humanoide del doctor Paul Parada

Lo que hace intrigante el caso del doctor Paul Parada no es solo la forma en que ocurrió el incidente, sino también el año, ya que se trata de un encuentro reciente, que tuvo lugar en 2019.

Otro aspecto interesante que merece destacarse son las características del supuesto ser, un típico «nórdico» de los años 50. Y lo más sorprendente es que el nórdico incluso tuvo una herida atendida por el médico.

Y como era habitual en las reuniones entre nórdicos, también hubo un intercambio de mensajes telepáticos.

El encuentro

El caso en cuestión ocurrió una noche de septiembre de 2019 en la región amazónica de Bolivia. Parada, un paramédico de 30 años que se ofreció como voluntario en la zona para brindar apoyo médico a los bomberos locales heridos por los incendios forestales que azotaban en ese momento la región.

La noche del incidente, alrededor de las 11 de la noche, Parada estaba fuera de la tienda médica, fumando un cigarrillo. Mientras fumaba su cigarrillo, de repente notó que una figura se acercaba y emergía de la oscuridad circundante. Continuó observando la figura, notando detalles a medida que se acercaba.

Rápidamente se dio cuenta de que esta figura era notablemente alta y tenía la piel extremadamente blanca. Vestía un elegante traje azul con rayas o líneas plateadas, además de lucir una larga cabellera rubia. Es evidente para cualquiera que esté familiarizado con el fenómeno OVNI que esta descripción se alinea bien con los informes de entidades humanoides encontradas en la década de 1950, comúnmente llamados extraterrestres nórdicos o «alien nórdico».

Al acercarse la figura, a apenas unos metros de distancia, Parada se dio cuenta de que sostenía una manta o toalla sobre su hombro o parte superior del torso. Cuando se le preguntó si necesitaba ayuda en un español impecable, la figura respondió que estaba herido. Con eso, la extraña y enigmática figura entró en la tienda médica, seguida de cerca por Parada.

Traje extraño y comunicación telepática

Al entrar en el tienda, Parada le preguntó a la figura cuál era el problema y dónde estaba herida. Sin pronunciar una palabra, la figura se quitó la toalla que sostenía en la parte superior del torso, dejando al descubierto una herida abierta en el costado.

Parada inmediatamente comenzó a encargarse del tratamiento. Durante el proceso notó que, a pesar de la gravedad de la herida y la cantidad de sangre que manaba, nada manchaba la ropa de la figura. Era casi como si, independientemente del material, fuera resistente a la sangre, casi como una prenda impermeable.

Mientras trataba la herida, le preguntó a la figura sobre el origen de la herida. Para su sorpresa, en lugar de volver a comunicarse verbalmente, la figura esta vez utilizó la telepatía, hablando directamente a su mente. Informó que había sido herida por un joven puma en el bosque.

Al notar la expresión de shock y sorpresa en el rostro de Parada, la figura reanudó la comunicación telepática, asegurándole que no debía tener miedo y que ningún daño le sucedería.

Parada continuó tratando con éxito la herida. Sin embargo, tras este episodio, la noche daría otro giro sorprendente.

«No te sorprendas de lo que verás»

La entidad agradeció a Parada por atender la herida y afirmó que, aunque se sentía débil, estaba listo para partir. Le pidió al joven médico que lo acompañara afuera y Parada accedió. Sin embargo, antes de partir, la entidad instruyó a Parada «que no se sorprendiera por lo que estaba a punto de presenciar».

Al salir de la carpa médica, Parada quedó algo asombrado al ver un imponente objeto metálico en forma de disco flotando a poca distancia del suelo, a solo unos metros de distancia. Debajo de la nave, había dos entidades humanoides más, aunque eran más bajas que la que Parada acababa de tratar y tenían un tono de piel verde pálido, en lugar de blanco.

Sin embargo, la forma en que se movían estas figuras era aún más peculiar. Parada recordó que se movían de forma extremadamente mecánica, casi como robots. Aunque no se sabe con certeza si eran máquinas o seres orgánicos, existen varios informes de encuentros con supuestos extraterrestres robóticos. Parada también recordó que, al observar estas figuras más bajas, lo envolvió un sentimiento de aprensión, un sentimiento inexplicable.

Las entidades se acercaron a la entidad atendida por Parada, quien los acompañó. Antes de hacerlo, se dirigió a Parada y se dirigió a él por su nombre, algo que Parada no había compartido en ningún momento de la reunión. Ahora, sorprendido y algo conmocionado por toda la situación, Parada regresó a la carpa médica, sin presenciar el ingreso de la entidad a la nave ni su posterior desaparición.

¿POTENCIAL EVIDENCIA GENÉTICA?

A pesar de compartir el encuentro con su hermano (quien también estaba en la región desempeñando el mismo papel), Parada consideró guardarse la historia para sí mismo. De hecho, admitiría haber tenido dificultades para dormir durante varios meses después del incidente, dado el carácter surrealista de lo ocurrido.

Lo que llama la atención, sin embargo, es que Parada afirmaría haber conservado un fragmento del vendaje que usó para tratar al ente humanoide, que contenía su sangre. Hasta donde sabemos, no se han realizado pruebas de ADN en este vendaje. Sin embargo, si se llevan a cabo estas pruebas, el encuentro podría convertirse instantáneamente en uno de los más importantes de la historia.

Así, observamos que el encuentro de Paul Parada es intrigante por varias razones. Quizás uno de los elementos más destacables es el hecho de que la entidad humanoide está herida y requiere asistencia, lo que indica que estos seres -quienquiera que sean- tienen una naturaleza corpórea. Y, lo que posiblemente sea aún más crucial, resultan ser susceptibles al fracaso.

Otro aspecto intrigante que nos deja perplejos es por qué una entidad tecnológicamente avanzada, o incluso absurdamente más avanzada que nosotros, buscaría tratamiento de un médico humano.

Sin embargo, teniendo todo esto en cuenta, si algunos investigadores tienen razón y los extraterrestres que visitan la Tierra tienen intenciones dañinas hacia la humanidad, entonces saber que podemos reaccionar y que estos seres pueden ser vulnerables es reconfortante, aunque tal pensamiento no sea agradable.

Sin embargo, hay poca evidencia aparente de que estos humanoides blancos altos tengan la intención de atacar a la humanidad. Por el contrario, los encuentros con ellos a menudo implican la transmisión de información e incluso esfuerzos para elevar la conciencia espiritual de quienes los encuentran. Si este es el caso, y estas entidades están tratando de beneficiar a la humanidad de alguna manera, surge la pregunta: ¿por qué harían esto y qué esperarían a cambio?

En última instancia, el encuentro de Paul Parada sigue sin explicación, al igual que la naturaleza y las intenciones de estas imponentes entidades humanoides blancas. Sin embargo, el hecho de que este encuentro haya ocurrido tan recientemente sugiere que su presencia persiste y es probable que se repitan otros encuentros e interacciones.

A continuación les dejo el video del propio paramédico contando lo sucedido:

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