Se espera que una tormenta solar provoque intensas auroras en el hemisferio norte
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) emitió una advertencia sobre una posible tormenta geomagnética. El evento debería tener lugar el miércoles (24) como consecuencia de la eyección de masa coronal ocurrida el domingo (21), fenómeno que lanzó una nube de plasma y campos magnéticos solares hacia la Tierra.
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Aunque las previsiones indican que la tormenta podría llegar a nuestro planeta en las primeras horas del día 24, el momento exacto del fenómeno aún es incierto. Según Tamitha Skov, física meteorológica espacial, esto se debe a las características de la tormenta.
«La tormenta probablemente llegará tarde debido al lento ‘tránsito’ del viento solar y una tormenta adicional más adelante», escribió en una publicación en X, anteriormente Twitter.
La agencia clasificó la posible tormenta solar como G2, una categoría de evento moderado. Según información de la NOAA, las auroras podrían ser visibles en regiones más al sur de Estados Unidos, como Nueva York.
Las eyecciones de masa coronal como ésta en su camino hacia la Tierra son grandes emisiones de plasma y campos magnéticos de la corona solar. Pueden contener miles de millones de toneladas de material de la corona solar y viajar entre 250 y 3.000 km/s. Las CME más rápidas pueden llegar a la Tierra en menos de 18 horas, mientras que las más lentas tardan unos días.
Debido a que las CME transportan partículas cargadas eléctricamente, pueden causar tormentas geomagnéticas cuando chocan con la magnetosfera de la Tierra. En estos fenómenos, los iones chocan con los gases atmosféricos de nuestro planeta y liberan energía en forma de luz, formando las auroras boreales y australes.
Por otro lado, las partículas CME energéticas pueden causar problemas a los satélites en órbita terrestre baja. Además, estos eventos alteran la atmósfera terrestre, provocando que se caliente y se expanda. Cuando sucede algo así, también se produce un aumento en la resistencia que los gases atmosféricos ejercen sobre los satélites, ralentizándolos.
Estos cambios atmosféricos podrían provocar que los satélites vuelvan a entrar en la atmósfera antes de lo previsto. Esto es lo que ocurrió en 2022, cuando 40 satélites SpaceX Starlink perdieron altitud en sus órbitas tras una tormenta geomagnética, provocada por una eyección de masa coronal del Sol.
Fuente: NOAA
