Anomalía magnética sobre Brasil no es preocupante
Con fuertes tormentas solares y el anunciado crecimiento de anomalías magnéticas como la del Atlántico Sur (AMAS), el tema va en aumento y puede generar preocupación en los más desprevenidos. Con el objetivo de desmitificar el tema, científicos del Observatorio Nacional comentaron el asunto para asegurar que todo está bien, gracias, con el campo magnético de la Tierra.
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Tiene la palabra André Wiermann, tecnólogo senior del Observatorio Nacional, quien afirma que el término “anomalía”, aunque a primera vista parezca aterrador, no es preocupante: simplemente define una diferencia en la intensidad y orientación del campo magnético de nuestro planeta.
AMAS, que está ubicada en el centro y sureste de Brasil y se extiende hasta África, está, sí, creciendo y moviéndose, pero muy lentamente. Tanto instituciones brasileñas, como el Observatorio Nacional, como instituciones extranjeras, como la NASA estadounidense y la ESA europea, vienen monitoreando la anomalía desde hace décadas, conociendo sus efectos y cambios y sabiendo muy bien qué hacer para evitarla.
Prevenciones con AMAS
En la región de la anomalía del Atlántico Sur, el escudo de la Tierra contra la radiación cósmica y el viento solar es más débil, pero vale la pena recordar que el campo magnético planetario no es uniforme: hay variaciones en su fuerza en todo el mundo. Para adaptarse a estas diferencias, las agencias espaciales ya saben qué hacer: los satélites se apagan cuando pasan por lugares como AMAS.
Wiermann compara la situación con los electrodomésticos: cuando hay picos de luz, es decir, fluctuaciones en la red eléctrica, lo que hacemos es apagar los electrodomésticos, evitando daños estructurales. Los satélites al menos pasan de largo y permanecen en espera cuando cruzan anomalías magnéticas.
Cuando esto no sucede surgen problemas, como en el caso de la sonda japonesa de rayos X Hitomi, que no se apagó al pasar sobre AMAS y vio comprometido su sistema de navegación. Así, giró sobre su propio eje y acabó destrozado. En Brasil, el Observatorio Nacional contribuye al monitoreo AMAS y el país tiene una posición privilegiada para la observación geomagnética.
De la actividad participan dos observatorios: Tatuoca, ubicado en una isla de la ciudad de Belém, en Pará, y Vassouras, en el interior de la ciudad de Río de Janeiro, que funciona desde hace más de cien años. En el monitoreo participan varias estaciones magnéticas de menor tamaño, como Macapá, recientemente instalada.
Tanto el Observatorio Vassouras como el Tatuoca forman parte de INTERMAGNET, una red internacional de observatorios de alto nivel. Recientemente, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) también lanzó el nanosatélite NanosatC-BR2, cuyas funciones incluyen el monitoreo AMAS y el mapeo geomagnético del país.
Fuente: Observatorio Nacional, INPE