El enigma de la piedra de Baalbek que nadie ha logrado mover

En el corazón del Líbano se encuentra uno de los mayores misterios de la ingeniería antigua: la piedra de Baalbek. Conocida como el «Monolito del Sur», esta roca tallada mide más de 20 metros de largo y pesa alrededor de 1.200 toneladas. Nadie ha logrado explicar con certeza cómo fue extraída, transportada o qué propósito tenía.
La piedra de Baalbek, un desafío incluso para la tecnología moderna
Incluso hoy en día, mover una masa de ese tamaño requiere grúas especializadas y equipos de precisión. Sin embargo, la piedra fue tallada por una civilización que no contaba con acero, motores hidráulicos ni maquinaria pesada. Se encuentra en una cantera cercana al Templo de Júpiter, parte del complejo romano de Baalbek, y jamás fue trasladada.
Más intrigante aún es que no es la única. En las cercanías hay al menos dos bloques gigantes adicionales, algunos de ellos parcialmente enterrados, lo que sugiere que esta práctica era común o tenía un objetivo que aún no comprendemos.
¿Quiénes fueron sus verdaderos constructores?
La teoría oficial atribuye el trabajo a los romanos, pero hay investigadores que cuestionan esta versión. Aseguran que la plataforma megalítica sobre la que se construyó el templo ya existía antes de la llegada de Roma, lo que sugiere que fue obra de una cultura aún más antigua.
Algunos comparan el tamaño de las piedras con las usadas en construcciones como Sacsayhuamán o las pirámides egipcias, sugiriendo un conocimiento global o perdido de manipulación megalítica. También existen teorías más especulativas que relacionan Baalbek con tecnología antediluviana o incluso extraterrestre.
Una pregunta sin respuesta
Hasta hoy, ninguna civilización moderna ha logrado replicar el movimiento de un monolito de estas dimensiones sin dejar rastros. La piedra de Baalbek permanece en su lugar, inmóvil pero poderosa, como un recordatorio de que aún hay capítulos de la historia humana que no hemos logrado descifrar.