Voluntario cuenta cómo fue pasar un año en una simulación de Marte
Anca Selariu, microbióloga de la Marina de los EE. UU., formó parte de la tripulación de CHAPEA-1, una misión de la NASA que simuló una estancia de un año en Marte. Junto al científico Kelly Haston, el ingeniero Ross Brockwell y el médico Nathan Jones, Selariu pasó 378 días en las instalaciones de la agencia espacial que “trajo” Marte al Centro Espacial Johnson y ahora cuenta cómo fue la experiencia.
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La tripulación de cuatro voluntarios pasó más de 300 días en Mars Dune Alpha, un hábitat creado mediante impresión 3D. El sitio fue creado para replicar las condiciones y desafíos que enfrentarán los astronautas cuando lleguen a Marte dentro de unas décadas, como retrasos en las comunicaciones, fallas en los equipos y más.
Durante su estancia, Selariu y sus colegas necesitaron recolectar y analizar muestras geológicas, utilizaron drones y rovers e incluso utilizaron trajes espaciales modificados para simular una expedición al Planeta Rojo. “La cantidad de datos que surgirán del estudio CHAPEA será increíble”, comentó.
Ella sirvió como oficial científica y, junto con los demás miembros de la tripulación, necesitaba plantar lechugas y tomates para reponer el suministro de alimentos, que consistía en carnes congeladas para el consumo de un año. “Para mí, personalmente, fue una alegría ver y tocar algo vivo, verde, porque eso es lo que extrañas cuando estás lejos de la Tierra”, recordó.
“El aspecto más desafiante, aunque no lo parezca, fue la demora en la comunicación”, dijo en entrevista con ciencia pop. Aunque los datos viajan a la velocidad de la luz, la distancia de 225 millones de kilómetros entre la Tierra y Marte provoca un retraso de aproximadamente 22 minutos en la comunicación. Por tanto, incluso los contactos más simples se convierten en procesos que duran casi una hora.
Para garantizar que la experiencia fuera lo más realista posible, todos los mensajes intercambiados entre la NASA y la tripulación del Mars Dune Alpha se retrasaron. “Esto requiere una mentalidad completamente diferente en cuanto a la formulación de las comunicaciones, la forma de presentarlas y el momento adecuado”, recuerda Selariu. «Es muy interesante, porque se trata de un desafío único para el ser humano moderno», añadió.
Ahora que la misión CHAPEA-1 ha concluido, la NASA está buscando voluntarios para la próxima simulación. Selariu informó que regresó a sus actividades de la vida real en aproximadamente dos semanas, pero no dudaría en ofrecerse como voluntario para una nueva experiencia de este tipo. «Estoy agradecido de haber tenido la oportunidad de ser parte de esta experiencia humana para llegar a Marte, y para la próxima tripulación, los apoyaré y estoy muy emocionado de verlos continuar con este increíble trabajo».
Fuente: PopSci, The Guardian