Un solo cristal de hielo podría ser suficiente para encontrar vida en Europa o Encelado
Sospechamos que muchas lunas heladas del Sistema Solar albergan un océano líquido enterrado en lo profundo de sus cortezas. Se han presentado planes para llegar a esos océanos con robots perforadores, pero una nueva investigación sugiere que algo aún más simple podría proporcionar información sobre la posibilidad de que haya vida en esos océanos. Todo lo que necesitas es un solo grano de hielo.
Los océanos subterráneos de Europa y Encelado liberan ocasionalmente al espacio, donde el material del océano se congela en una lluvia de cristales de hielo. La investigación en el laboratorio ha demostrado que hay vida presente en estos mundos oceánicos y la tecnología actual puede detectarla en cantidades mínimas.
«Por primera vez hemos demostrado que incluso una pequeña fracción de material celular podría identificarse mediante un espectrómetro de masas a bordo de una nave espacial», dijo en un comunicado el autor principal, el Dr. Fabian Klenner, de la Universidad de Washington. «Nuestros resultados nos dan más confianza en que, utilizando los próximos instrumentos, seremos capaces de detectar formas de vida similares a las de la Tierra, que creemos cada vez más que podrían estar presentes en lunas con océanos».
El equipo eligió una bacteria simple para simular las posibles formas de vida dentro del océano de Europa. Usaron Esfingopyxis alaskensis, una bacteria que se encuentra en las aguas de Alaska, por lo que puede sobrevivir bien al frío y puede hacer frente a pocos nutrientes.
El equipo imagina cómo las bacterias podrían llegar a la superficie del océano enterrado y burbujear donde las grietas lo conectan con la superficie. Esas burbujas pueden transportar biomaterial (como la espuma del océano en la espuma del mar) y esas moléculas quedan atrapadas en granos de hielo.
Representación artística de Encelado, la luna de Saturno, que representa la actividad hidrotermal en el fondo marino y las grietas en la corteza helada de la luna que permiten que el material del interior acuoso sea expulsado al espacio.
Crédito de la imagen: NASA/JPL-Caltech
Los instrumentos del Europa Clipper de la NASA, que se lanzará en octubre, tienen la capacidad de detectar dicho material, en particular lípidos. Estas moléculas de grasa podrían formar las membranas de estas formas de vida alienígenas y, en términos de estructuras moleculares, son mucho más estables que el ADN.
«Con la instrumentación adecuada, como el analizador de polvo superficial de la sonda espacial Europa Clipper de la NASA, podría ser más fácil de lo que pensábamos encontrar vida, o rastros de ella, en lunas heladas», añadió el autor principal Frank Postberg, profesor de ciencias planetarias. en la Freie Universität Berlín. «Si hay vida allí, por supuesto, y le interesa estar encerrada en granos de hielo que se originan en un entorno como un depósito de agua subterráneo».
El estudio se publica en Science Advances.