Titán, la luna de Saturno, puede tener fuertes ondas de metano líquido

Titán, la luna de Saturno, está cubierta de océanos de metano líquido, que pueden tener olas lo suficientemente fuertes como para cambiar la forma de sus costas. El descubrimiento fue realizado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, quienes estudiaron imágenes de esta luna captadas por la misión Cassini hace casi 20 años.
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La sonda Cassini y el módulo de aterrizaje Huygens fueron los encargados de tomar las primeras fotografías de la extraña superficie de Titán, revelando la presencia de metano y etano líquidos allí. Ahora, los investigadores han descubierto que estos lagos y océanos con una composición diferente a los de la Tierra pueden tener olas como las de los mares de nuestro planeta.
Para llegar a este resultado, simularon cómo diferentes condiciones podrían cambiar las costas de Titán. Por ejemplo, la costa de esta luna sería una si no hubiera agentes erosivos; por otro lado, la situación sería muy diferente con la erosión causada por la acción de las olas.
Luego, compararon las simulaciones con las observaciones de Cassini, capturadas con la ayuda de su radar. Allí encontraron señales de cuatro grandes lagos, el mayor de los cuales es Kraken Mare, comparable en tamaño al Mar Caspio.
A continuación, el equipo realizó una nueva ronda de simulaciones y comparó las formas de los cuatro lagos para determinar qué procesos podrían formar costas más similares a las vistas por Cassini. Y, según el equipo, la mejor explicación es la erosión provocada por las olas.
Los resultados dan nueva vida al largo debate sobre la aparición (o no) de ondas en Titán. «Algunos de los que intentaron ver evidencia de ondas no encontraron ninguna, y otros dijeron que vieron algunas arrugas en la superficie del líquido pero no estaban seguros de si eran causadas por ondas», señaló Rose Palermo, una de las coautoras del estudio.
Si las olas realmente existen, deben ser causadas por los vientos que soplan en esta intrigante luna. Por ello, Palermo y sus colegas planean estudiar las olas para intentar descubrir la fuerza de estos vientos y su dirección.
El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Avances científicos.
Fuente: Avances científicos, MIT