Si hay vida en las lunas heladas, no necesitamos excavar profundamente para encontrarla
Las lunas heladas de los planetas gigantes gaseosos se consideran un posible lugar para la formación de vida más allá de la Tierra. Encélado y Europa tienen océanos profundos con una química intrigante enterrados debajo de una capa exterior de hielo de muchos kilómetros de espesor. No podemos simplemente perforar una capa tan helada, pero tal vez no necesitemos excavar profundamente para encontrar evidencia de vida.
Una nueva investigación analiza cómo estas biofirmas podrían sobrevivir en el hielo bajo la exposición a la radiación que existe alrededor de Europa en Júpiter y Encélado en Saturno. Descubrieron que, si bien los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas, se degradan con el tiempo en esas condiciones, quedar atrapados en el hielo les permite sobrevivir durante eones, especialmente desde el interior de fuentes biológicas.
“Según nuestros experimentos, la profundidad ‘segura’ de muestreo de aminoácidos en Europa es de casi 8 pulgadas (alrededor de 20 centímetros) en latitudes altas del hemisferio posterior (hemisferio opuesto a la dirección del movimiento de Europa alrededor de Júpiter) en el área donde la superficie no ha sido muy perturbada por impactos de meteoritos”, dijo en un comunicado el autor principal Alexander Pavlov del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
“No se requiere tomar muestras del subsuelo para detectar aminoácidos en Encélado: estas moléculas sobrevivirán a la radiólisis (descomposición por radiación) en cualquier lugar de la superficie de Encélado que se encuentre a menos de una décima de pulgada (unos pocos milímetros) de la superficie”.
El experimento se centra en la descomposición de aminoácidos mediante radiólisis. Se midió esta descomposición en aminoácidos (por sí solos) en hielo o en una mezcla de hielo y polvo, así como en bacterias muertas (en este caso E. coli) Descubrieron que la bacteria muerta presentaba una disminución más lenta en su degradación.
“Las lentas tasas de destrucción de aminoácidos en muestras biológicas en condiciones superficiales similares a las de Europa y Encélado refuerzan la idea de que en el futuro se realizarán mediciones de detección de vida mediante misiones de aterrizaje en Europa y Encélado”, afirmó Pavlov. “Nuestros resultados indican que las tasas de degradación de biomoléculas orgánicas potenciales en regiones ricas en sílice tanto en Europa como en Encélado son más altas que en el hielo puro y, por lo tanto, las posibles misiones futuras a Europa y Encélado deberían ser cautelosas al tomar muestras de lugares ricos en sílice en ambas lunas heladas”.
Se publica un artículo que analiza esta investigación en la revista Astrobiology.