Se abre una cueva sellada para revelar esqueletos humanos, junto con tiburones tigre y murciélagos “chupadores de sangre”

Puedes encontrar todo tipo de cosas interesantes en las cuevas. Desde perlas hasta arañas del tamaño de una pelota de béisbol, antiguas obras de arte humanas e incluso unicornios, no se sabe lo que le espera al curioso explorador de cuevas. Nada ilustra este hecho más claramente que la sorpresa que recibieron recientemente los arqueólogos en México, cuando hicieron retroceder una roca para descubrir una verdadera cueva de maravillas (si su definición de “maravillas” incluye una carga de huesos humanos y animales, claro está).
El hallazgo fue realizado en Tulum por científicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que trabajan en un proyecto para la Secretaría de Cultura federal. Mientras trabajaban para abrir un nuevo camino entre dos edificios excavados, encontraron una roca adornada con un caracol de mar pegado a la roca, restos de la antigua decoración dejada por los habitantes mayas prehispánicos de la región.
“Al retirar la roca que cerraba la entrada a la cavidad, se observó que literalmente estaba partiendo los restos óseos de un individuo, quedando la parte inferior de su cuerpo en el exterior y la parte superior en el interior”, dijo el coordinador del proyecto, José Antonio Reyes Solís en un comunicado.
Así es: cuando apartaron la roca para entrar en la cueva, descubrieron que estaba encima de los restos de un desafortunado humano, cortando el esqueleto por la mitad.
Con una apertura como esa, estaba claro que valdría la pena explorar la cueva. Rápidamente se descubrió que estaba formado por al menos dos cámaras pequeñas, cada una de sólo unos 3 metros (9,8 pies) por 2 metros (6,5 pies) de tamaño, y con una altura promedio de sólo 50 centímetros (19,6 pulgadas). Hasta ahora se han identificado ocho lugares de enterramiento humano dentro de las cámaras, en su mayoría de adultos, que están bien conservados gracias a las favorables condiciones ambientales.
Sólo algunos de los restos que fueron excavados.
Crédito de la imagen: Proyecto de investigación Promeza, Tulum/Jerónimo Avilés Olguín
Pero no sólo se han descubierto huesos humanos. El equipo buscó la experiencia de Jerónimo Avilés y Cristian Sánchez, ambos especialistas en la identificación de restos de animales, y parece que la pequeña cueva contiene una verdadera Arca de Noé de la fauna. Los análisis preliminares revelaron al menos nueve especies de mamíferos, incluidos murciélagos chupadores de sangre y perros domésticos, junto con diversas aves, reptiles, peces (incluidos tiburones tigre), crustáceos, caracoles y ranas.
Algunos de los huesos muestran signos de marcas de corte y modificaciones, lo que sugiere que fueron transformados en diversos artefactos típicos de la región, como agujas. En el lugar también se encontraron una gran cantidad de fragmentos cerámicos.

Un miembro del equipo arroja algo de luz sobre los hallazgos.
Crédito de la imagen: Proyecto de investigación Promeza, Tulum/Jerónimo Avilés Olguín
Trabajar dentro de la cueva ha sido un desafío para el equipo, que ha tenido que lidiar no sólo con el espacio reducido sino también con la falta de luz, el alto calor y la humedad, y los insectos no deseados. Afortunadamente, los investigadores tienen a su disposición tecnología moderna como fotografías de alta resolución y escáneres láser, y planean construir modelos 3D precisos de la cueva para que este fascinante sitio pueda preservarse para el futuro.

Trabajar en espacios tan reducidos no ha sido fácil para el equipo.
Crédito de la imagen: Proyecto de investigación Promeza, Tulum/Jerónimo Avilés Olguín.
Y si no puedes llegar a México pronto, estás de suerte: el INAH dice que planea usar estos modelos no sólo para la investigación, sino también para hacer accesible al público un recorrido virtual por la cueva, de modo que incluso el Los exploradores en ciernes más claustrofóbicos pueden aventurarse dentro de esta antigua morgue.