Satélite toma fotografía de cohete desechado en órbita terrestre
Ahora sabemos lo que es ver pedazos de basura espacial en la órbita de la Tierra. La filial japonesa de Astroscale utilizó su satélite ADRAS-J para registrar una etapa de cohete desechada cerca de nuestro planeta y publicó la imagen este viernes (26).
- Basura espacial: ¿cuál es este peligro en la órbita de la Tierra?
- ¿Quién es legalmente responsable si un cohete alcanza a una persona o propiedad?
«Prepararse, [esta é] la primera fotografía del mundo de desechos espaciales capturada a través de operaciones de encuentro y proximidad durante nuestra misión ADRAS-J”, escribió Astroscale en la publicación. Sin embargo, la primera fotografía de desechos espaciales fue tomada en 2003 por el satélite XSS-10 del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
El nombre ADRAS-J es el acrónimo de Active Debris Removal by Astroscale-Japan (o Active Debris Removal by Astroscale-Japan, en traducción libre). La misión fue lanzada a la órbita terrestre con un cohete Rocket Lab Electron en febrero, con el objetivo de acercarse a la etapa superior del cohete H-2A y estudiarla.
El vehículo fue lanzado en 2018, pero se rompió y formó más de 70 pedazos en 2019. Al año siguiente, la Estación Espacial Internacional tuvo que realizar una maniobra para desviar los fragmentos y garantizar que permaneciera a una distancia segura.
El objetivo se cumplió. A principios de mes, ADRAS-J se encontraba a unos cientos de kilómetros del escenario, y luego inició su fase de aproximación. Se llevaron a cabo varias maniobras y al final de ellas el satélite se encontraba a sólo unos cientos de metros del objeto.
La idea es que los datos obtenidos durante el procedimiento contribuyan al desarrollo de otras naves espaciales, que sean capaces de realizar mantenimiento a satélites o incluso retirarlos del espacio.
Mira la foto:
No creas que el trabajo ha terminado. «En la siguiente fase de la misión, ADRAS-J intentará capturar imágenes adicionales de la etapa superior mediante varias operaciones de sobrevuelo controlado», añadió Astroscale.
La compañía destacó que las fotografías y los datos obtenidos deberían jugar un papel fundamental para comprender tanto los desechos orbitales como las futuras misiones para eliminarlos. Estos procedimientos son complejos, pero importantes para mantener la órbita de la Tierra segura y accesible para futuras misiones.
El H-2A, por ejemplo, mide 11 metros por 4 metros, y si colisionara con otra basura espacial o satélite, podría generar una verdadera nube de basura. Estos fragmentos podrían colisionar con otros, provocando un efecto dominó de impactos orbitales.
Fuente: Astroescala