¿Por qué no podemos sentir la rotación de la Tierra?
Si la Tierra gira a gran velocidad, tanto alrededor del Sol como alrededor de su propio eje, ¿por qué no sentimos este movimiento? Muchas personas se preguntan porque no notamos el movimiento de la tierra, y la respuesta radica en dos factores que hacen imperceptible la rotación de la Tierra: la constancia de la velocidad y la gravedad de la Tierra.
Antes de continuar, primero debemos recordar la fuerza centrífuga. Para entenderlo imaginemos el siguiente escenario: cuando vamos en un vehículo durante una curva, sentimos una fuerza que nos empuja hacia el lado contrario. Podemos observar el mismo fenómeno en una lavadora en modo centrífugo: la ropa se “pega” a las paredes de la máquina.
La responsable de estas situaciones es la fuerza centrífuga, la cual se puede explicar por los principios de inercia, que es la tendencia de un cuerpo a mantener su estado de reposo si está estacionario, o de movimiento si lo está. En los ejemplos anteriores, tanto los cuerpos del coche como la ropa de la máquina reciben energía para moverse en relación al espacio, pero la tendencia siempre será a viajar en línea recta.
Si no hubiésemos quedado atrapados dentro del vehículo, habríamos salido despedidos en una curva cerrada. Como esto no sucede, sentimos la fuerza centrífuga intentando “obligarnos” a seguir una línea recta, sin mucho éxito.
¿Por qué no podemos sentir la rotación de la Tierra?
El mismo fenómeno se nota cuando estamos sobre cualquier objeto que se mueve en círculos. Entonces, ¿por qué no sentimos la rotación de la Tierra? La primera razón es la suavidad del movimiento de nuestro planeta, que no tiene un aumento o disminución brusca de la aceleración.
Podemos hacer una nueva comparación con un vehículo a velocidad constante en una carretera, sin cambios bruscos de dirección. La sensación será que estamos parados en relación al coche, mientras que el mundo que nos rodea, fuera de la ventanilla, parece correr.
Del mismo modo, la velocidad y dirección constantes de la Tierra nos hacen sentir como si estuviéramos quietos con respecto a ella, a pesar de que el planeta se está moviendo con respecto al Sol. Y así como los árboles en el camino parecen correr, vemos el movimiento aparente de las estrellas en el cielo. La segunda razón por la que no notamos el movimiento de la Tierra está relacionada con la gravedad, que en la Tierra es mucho más intensa que la fuerza centrífuga.
La gravedad de la Tierra
A modo de comparación, la rotación de la Tierra crea una aceleración de aproximadamente 0,03 m/s^2 en el ecuador, mientras que la aceleración gravitacional es de 9,8 m/s^2. Por tanto, la fuerza centrífuga es imperceptible para nosotros.
Afortunadamente, nuestro planeta seguirá a la misma velocidad y camino durante mucho tiempo. Si ocurriera algún cambio repentino y provocara que la Tierra dejara de girar, seguramente sentiríamos sus efectos de una manera muy dramática.
