Piedras de 12.000 años revelan un posible uso temprano de tecnología similar a una rueda
En un emocionante descubrimiento del sitio arqueológico Nahal-Ein Gev II de Israel, una colección de piedras perforadas con forma de rosquilla puede representar algunas de las primeras evidencias de tecnología similar a una rueda en la historia de la humanidad.
Según un estudio publicado en MÁS UNO Según los investigadores Talia Yashuv y Leore Grosman de la Universidad Hebrea de Jerusalén, estas piedras de 12.000 años de antigüedad probablemente sirvieron como espirales de huso, herramientas esenciales para hilar fibras. Este descubrimiento sugiere que los primeros humanos pudieron haber sentado las bases de la tecnología rotacional mucho antes de la invención de la rueda de carreta.
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Espirales de husillo: un paso clave en la tecnología rotacional
Los espirales del huso son objetos pequeños y pesados que se fijan a un eje, lo que le permite girar de manera más eficiente. Estos dispositivos, cuando se conectan a un huso, imitan la estructura de una rueda y un eje al girar alrededor de un eje central, creando un movimiento constante que se utiliza para torcer fibras como el lino o la lana para convertirlas en hilo.
Esta antigua tecnología se parece al más conocido sistema de rueda y eje utilizado en el transporte, pero en menor escala y con un propósito diferente.
Métodos de hilado. (a) Giro manual de muslos [64]; (b) “hilatura asistida” de huso y espiral [68]; (c) “gota giratoria” [66]. Las imágenes inferiores muestran a Yonit Kristal experimentando con el hilado de fibras con réplicas de los guijarros perforados, utilizando técnicas de hilado con soporte y de hilado por caída (fotografiado por Talia Yashuv/MÁS UNO).
Las piedras perforadas se descubrieron en el contexto de un período de transición significativo para los primeros humanos, cuando las comunidades cambiaron hacia la agricultura y la vida sedentaria. El hallazgo data de hace aproximadamente 12.000 años, durante el período Neolítico. Los investigadores creen que estos espirales de huso podrían haber permitido procesos de fabricación de textiles más productivos, ayudando a las comunidades neolíticas a vestirse, almacenar bienes y comerciar.
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Reconstrucción de antiguas técnicas de hilado
Para probar su teoría, Yashuv y Grosman examinaron las piedras en detalle utilizando modelos digitales 3D, analizando las dimensiones de las piedras y sus centros perforados. Estas reconstrucciones digitales permitieron a los investigadores profundizar en la artesanía de los primeros humanos, descubriendo lo que puede ser uno de los primeros usos de la tecnología rotacional.
Como parte del estudio, los investigadores crearon réplicas de estos antiguos espirales de huso para hilar fibras y evaluar la funcionalidad de las piedras. Descubrieron que los verticilos, cuando se combinaban con un huso, podían efectivamente recolectar hilo de manera eficiente, lo que respalda su hipótesis de que las piedras servían como herramientas para hilar.
En los experimentos se utilizaron técnicas como el “hilado por gotas” y el “hilado con soporte”, lo que brindó a los investigadores y al público una visión única de las prácticas prehistóricas de fabricación de textiles.
Los husos y espirales experimentales, los escaneos 3D de los guijarros y sus perforaciones negativas. (Talia Yashuv/MÁS UNO).
Artesanía prehistórica y reflexiones modernas
El parecido de las piedras con los primeros sistemas de rueda y eje conecta la producción textil antigua con innovaciones tecnológicas posteriores como el torno de alfarero y, en última instancia, la rueda de carreta. Los investigadores sugieren que este uso temprano de espirales de huso puede reflejar una tendencia más amplia en la historia de la humanidad en la que las herramientas rotativas, inicialmente diseñadas para un propósito, allanaron el camino para futuros avances que eventualmente transformarían la civilización humana.
«Este estudio no sólo destaca la innovación de los artesanos prehistóricos, sino que también une las tecnologías antiguas con nuestras capacidades actuales», explica Yashuv. Agrega que al reconstruir y probar estas herramientas, los investigadores pueden conectar la tecnología moderna con el ingenio de nuestros ancestros antiguos, revelando un vínculo continuo entre las primeras invenciones y los métodos científicos actuales.
Implicaciones para comprender la innovación humana
Si bien los espirales del huso en sí no eran ruedas, revelan una comprensión fundamental del movimiento de rotación controlado, un concepto esencial detrás de uno de los mayores inventos de la humanidad. Los hallazgos abren la puerta a futuros estudios sobre otros objetos pequeños, redondos y perforados que pueden haber sido pasados por alto o clasificados erróneamente en contextos arqueológicos.
Este descubrimiento fomenta una reevaluación de cómo y cuándo los humanos comenzaron a utilizar la rotación para mejorar sus artesanías, una práctica que eventualmente conduciría a hitos tecnológicos que configurarían el curso de la historia humana.
Para obtener más detalles sobre el estudio, visite el sitio web de PLOS ONE.
Imagen superior: izquierda; Talia Yashuv de la Universidad Hebrea en el sitio de excavación de Nahal Ein Gev II en el norte de Israel. Bien; los husos y verticilos experimentales. Fuente: Izquierda, Naftali Hilger; Correcto, Talia Yashuv /MÁS UNO