Luchas con lanzas de la Edad de Bronce recreadas mediante la simulación de técnicas de combate antiguas
Un nuevo estudio ha confirmado lo que ya sospechábamos y sabíamos, pero con mucho más detalle: la Edad del Bronce fue un baño de sangre muy, muy largo. El equipo de investigadores, entre los que se encuentran expertos de la Universidad de Göttingen, ha recreado antiguas técnicas de combate simulando peleas con lanzas de la Edad del Bronce. Recrearon cuidadosamente las batallas, golpe a golpe, para entender cómo se utilizaban estas armas y cómo surgieron las marcas que llevan.
Su trabajo ha sido publicado en la última edición del Revista de ciencia arqueológicacomo segunda parte de una serie. El primero, publicado el mes pasado, evaluó las espadas de la Edad del Bronce en Bohemia y Moravia y realizó simulaciones similares, ofreciendo nuevas perspectivas sobre las guerras antiguas y la evolución del armamento.
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Experimenta con luchadores experimentados que entrenan libremente usando diferentes estilos. Golpes con lanza a dos manos. con encuadernación. (Valerio Gentile/Revista de ciencia arqueológica)
Lanzas de la Edad de Bronce: tácticas y estrategias de guerras antiguas
Las lanzas de la Edad del Bronce han fascinado a los arqueólogos durante mucho tiempo, ya que ofrecen pistas sobre las estrategias y tácticas de batalla de las primeras civilizaciones. Sin embargo, hasta ahora, no había habido ningún intento sistemático de estudiar cómo estas armas interactuaban entre sí, con los escudos o incluso con el cuerpo humano.
Para cerrar esta brecha, el equipo, formado por expertos en artes marciales con licencia, creó réplicas de lanzas de la Edad de Bronce y las puso a prueba en escenarios de combate de la vida real. Participaron en combates con lanzas reales, empuñando réplicas de armas de la Edad del Bronce basadas en artefactos encontrados en los Países Bajos. Para darle un giro espantoso, reemplazaron el tradicional cadáver de cerdo con el cuerpo de un corzo para medir la efectividad letal de estas armas antiguas.
No se limitaron al choque de metal contra metal, sino que también imitaron el cuerpo humano utilizando tejido animal, lo que les permitió ver cómo reaccionaría una punta de lanza en condiciones de batalla. Luego se llevó a cabo un análisis detallado del desgaste de estas armas, observando cómo se formaron las marcas y examinando estos cambios a lo largo del tiempo. A través de esto, crearon un plan detallado para rastrear la evolución de estas marcas, algo que nunca antes se había hecho.
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El desgaste de las puntas de lanza de bronce durante el experimento de lucha libre con lanza: (A) punta doblada; (B – C) daño en el borde del casquillo; (D) depresión redonda. (Valerio Gentile/Revista de ciencia arqueológica)
El Dr. Valerio Gentile, quien dirigió el estudio como parte de su doctorado. investigación en la Universidad de Leiden y ahora continúa un trabajo similar en la Universidad de Göttingen, cree que esta investigación tendrá beneficios duraderos.
«Hemos creado una guía detallada para reconocer e interpretar el desgaste de las armas de la Edad del Bronce. Esta guía permitirá a los investigadores y curadores revisar los artefactos de sus colecciones con nuevos ojos. Al comparar las marcas que encuentran con nuestros ejemplos documentados, Podremos desbloquear nuevas historias sobre estas antiguas herramientas de guerra”, explicó. en un comunicado de prensa.
Parte del desgaste de la batalla que ocurrió durante el experimento con impactos controlados en las réplicas de puntas de lanza de bronce: (A–B) Muesca con rebaba, vista lateral y superior. (C–D) Muesca con rebaba, vista lateral y superior. (E–F) Abolladura inclinada con vista lateral y superior. (G–H) Abolladura inclinada con senderos, vista lateral y superior. (Valerio Gentile/Revista de ciencia arqueológica)
Lo que aprendieron: el combate fue más brutal de lo que se pensaba
Los resultados fueron reveladores: el equipo no sólo descubrió pistas sobre las habilidades y técnicas necesarias para empuñar eficazmente una lanza de la Edad del Bronce, sino que también descubrió que las marcas que replicaron en sus puntas de lanza coincidían con las encontradas en muchos ejemplos arqueológicos. Esto significa que, por primera vez, es posible saber si una lanza de una colección de museo se usó realmente en combate y, de ser así, ¡cómo se usó!
De hecho, las armas destrozaron los huesos de las patas del venado, un hallazgo que desafía las suposiciones arqueológicas anteriores, informa Ciencia IFL. Muchas lesiones en el registro antiguo que alguna vez se pensó que eran el resultado de un traumatismo contundente en realidad pueden haber sido causadas por lanzas. «Los experimentos hirientes mostraron el potencial ofensivo de estas armas», escribieron los autores del estudio, confirmando que eran muy efectivas en situaciones de combate letales, de vida o muerte.
Una de las implicaciones más interesantes del estudio es su potencial para revelar si estas lanzas se utilizaron principalmente en duelos uno a uno o en batallas a gran escala. Comprender esto podría arrojar luz sobre la naturaleza y la intensidad de los conflictos en la Edad del Bronce y, por extensión, sobre cómo funcionaban e interactuaban las sociedades primitivas, un trabajo de estudios futuros.
En esencia, esta investigación ha transformado la forma en que podemos estudiar las guerras antiguas. El método del equipo proporciona una forma científica repetible de investigar el pasado, abriendo nuevas e interesantes posibilidades para descubrir los secretos del combate de la Edad del Bronce. Quizás lo más revelador es que los patrones de desgaste de estas réplicas de lanzas reflejaban el daño encontrado en hojas auténticas de la Edad del Bronce, lo que sugiere su uso en una variedad de escenarios de combate, lo que provoca una amplia gama de lesiones.
“Nuestros hallazgos muestran cómo se utilizaron las armas y qué técnicas se emplearon. También podremos utilizar nuestra investigación para descubrir si las armas de la Edad del Bronce se utilizaron en batallas a gran escala o en duelos. Esto es importante para comprender la naturaleza y la intensidad de los conflictos del pasado”, concluyó el Dr. Valerio.
Imagen superior: izquierda; Bien; Experimento, lucha con lanza y escudo con una sola mano. Fuente: Valerio Gentile/Revista de ciencia arqueológica)
Por Sahir Pandey