Los planes de Elon Musk para el cohete más grande del mundo reciben críticas de la competencia
SpaceX planea lanzar su cohete Starship 44 veces al año desde el Centro Espacial Kennedy en Florida (EE.UU.). Sin embargo, la compañía de Elon Musk tendrá que enfrentar algunos obstáculos antes de lograr este objetivo, y entre ellos se encuentran sus rivales Blue Origin y United Launch Alliance (ULA), que han presentado preguntas a la Administración Federal de Aviación (FAA) sobre la viabilidad de estos lanzamientos.
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Starship es un vehículo compuesto por el propulsor Super Heavy y Starship, la propia nave espacial, que, combinados, forman un cohete de 150 m de altura, el más grande del mundo. Por el momento, SpaceX está realizando pruebas con prototipos del vehículo, la última de las cuales tuvo lugar en abril.
Cuando Starship esté terminado, la compañía necesitará una licencia para realizar los tan esperados lanzamientos en el Centro Espacial Kennedy. Pero, antes de la licencia, la empresa también necesita una evaluación de impacto ambiental, que debe detallar los efectos que los lanzamientos de Starship pueden causar en el medio ambiente y la fauna local, así como los daños a residentes y empresas.
La FAA, agencia que regula los vuelos en Estados Unidos, está consultando la opinión de establecimientos, organizaciones y residentes locales para el análisis. Y aquí es donde entra en juego la manifestación de Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos. En una carta de tres páginas, la compañía pide a la FAA que reduzca el total de lanzamientos y aterrizajes de Starship a una cantidad indeterminada.
Según la empresa, la idea es causar “el mínimo impacto en el medio ambiente local, en las personas que trabajan allí y en la comunidad local”. Además, Blue Origin también cuestiona las 5.200 toneladas métricas de metano líquido que alimenta Starship. El compuesto es altamente inflamable y, si sucede algo inesperado, podría producirse una explosión devastadora en la plataforma de lanzamiento.
La United Launch Alliance presentó un documento de 22 páginas como parte de la consulta de la FAA, acusando a SpaceX de producir lo que llamó su “propia declaración de impacto ambiental” en referencia a Starbase, Texas, que es donde se llevaron a cabo las pruebas de Starship. afuera.
En la carta, ULA señala que la declaración de impacto ambiental presentada por SpaceX indicaba que los escombros de cualquier error de lanzamiento podrían cubrir un área de, como máximo, 2,5 kilómetros cuadrados. Pero eso no es lo que sucedió: en 2023, cuando se lanzó Starship por primera vez, los escombros de la explosión se dispersaron en más de nueve kilómetros cuadrados.
A continuación, puedes ver una repetición de esa misión:
“Al ser el cohete más grande jamás creado, un accidente [com o Starship] podría causar daños graves o incluso catastróficos, mientras que las operaciones de lanzamiento normales tendrían impactos en las estructuras, el hardware del vehículo de lanzamiento y otros equipos críticos”, escribieron.
Vale recordar que SpaceX, Blue Origin y ULA tienen algo en común: todos compiten por los mismos contratos con la NASA. Por otro lado, cualesquiera que sean las razones detrás de las manifestaciones, es importante recordar que muchas de las declaraciones sobre los impactos ambientales y la seguridad de los lanzamientos parecen ser relevantes.
En general, tanto Blue Origin como ULA parecen señalar que Starship es demasiado peligroso para lanzarse desde el Centro Espacial Kennedy a un ritmo tan ambicioso como el propuesto por SpaceX. Pero al final queda por ver si la FAA considerará que tales preocupaciones son realmente válidas.
Fuente: Space.com