Los mesoamericanos pueden haber bebido tabaco durante los rituales hace 1.000 años
Los investigadores analizaron muestras de siete vasijas de cerámica encontradas en el antiguo sitio de Cotzumalhuapa y encontraron residuos de nicotina en tres de ellas. Oswaldo Chinchilla Mazariegos
Investigadores en Guatemala han descubierto rastros de nicotina en jarrones de cerámica de 1.000 años de antigüedad. Sus hallazgos, publicados este mes en la revista Antiquity, marcan la evidencia física más temprana de prácticas rituales relacionadas con el tabaco en Mesoamérica.
Las vasijas fueron desenterradas hace casi dos décadas durante excavaciones en Cotzumalhuapa, una de las ciudades más grandes del sur de Mesoamérica durante el Período Clásico Tardío (alrededor del 650 al 950 d.C.). Sin embargo, su contenido no se había probado hasta hace poco, cuando los investigadores realizaron un análisis químico de muestras tomadas del interior de los artefactos.
«Fue una sorpresa cuando tres de los siete vasos que probamos arrojaron resultados positivos para nicotina, indicativo de tabaco», le dice a Moira Ritter de McClatchy el coautor Oswaldo Chinchilla Mazariegos, antropólogo de Yale. «Esto fue inesperado porque la forma de los recipientes sugería que se usaban para contener y consumir líquidos».
Las vasijas fueron encontradas durante excavaciones en Cotzumalhuapa en 2006 y 2007. Oswaldo Chinchilla Mazariegos
De hecho, ambas cosas pueden ser ciertas: los investigadores escriben que los jarrones pueden haber contenido tabaco en forma líquida o “ofrendas con infusión de tabaco”.
Los usos rituales y terapéuticos del tabaco, junto con el cacao, las flores y otras sustancias, estaban ampliamente documentados en los primeros relatos coloniales y continúan hasta el día de hoy, según el estudio. A menudo, estos objetos eran enterrados como obsequios a la tierra o a deidades específicas.
Pero la evidencia arqueológica es escasa, ya que “los restos de tabaco rara vez se conservan bien”, afirma Mazariegos en un comunicado de Antiquity publicado en las redes sociales. El nuevo estudio proporciona documentación sobre el consumo de tabaco que es cientos de años más antigua que los registros coloniales.
«Los resultados sugieren que las infusiones de tabaco se empleaban en actividades rituales en Cotzumalhuapa», le dice Mazariegos a McClatchy. “No sabemos si realmente bebieron tales infusiones ni con qué frecuencia. No afirmamos que tuvieran el hábito de consumir tabaco en esta forma”.
Un retrato en piedra encontrado en Cotzumalhuapa muestra un tocado con «hojas ovaladas cuya forma, tamaño y venación sugieren tabaco», según el estudio. Oswaldo Chinchilla Mazariegos
El consumo de tabaco en forma líquida “no es el método de uso más común en América”, aunque se han documentado algunos ejemplos, según el estudio. La nicotina, la sustancia química adictiva contenida en el tabaco, es tóxica e incluso letal cuando se ingiere por vía oral en grandes cantidades. Como tal, esta forma de tabaco puede haber sido utilizada durante rituales como narcótico para “inducir sueño profundo, visiones y trances adivinatorios”.
A lo largo de su larga historia en Mesoamérica, el tabaco se ha consumido más comúnmente fumándolo. En el siglo XVI, se había “integrado a la vida social como parte de reuniones y ceremonias, se usaba como ayuda digestiva después de las comidas y se consideraba la conclusión adecuada de las fiestas”, según el estudio.
Mientras escriben los investigadores, sus hallazgos plantean preguntas sobre exactamente cómo y por qué se consumía tabaco en Cotzumalhuapa, un lugar cuya historia ritual ha eludido durante mucho tiempo a los arqueólogos.
“A pesar de su importancia, la costa del Pacífico de Guatemala está gravemente desatendida en las investigaciones arqueológicas”, afirma Mazariegos en el comunicado. «Esperamos que estos interesantes resultados estimulen más investigaciones y análisis de las muestras arqueológicas recuperadas».
Reciba las últimas historias en su bandeja de entrada todos los días de la semana.