Los astrónomos no pueden explicar la misteriosa señal de radio proveniente del espacio
El descubrimiento de una extraña señal de radio procedente del espacio ha mantenido despiertos a parte de la comunidad científica. Esto se debe a que, a diferencia de otras señales ya identificadas por los astrónomos, ASKAP J1935+2148 se comporta de una manera muy peculiar y completamente diferente a todo lo que los investigadores saben sobre este tipo de fenómenos en el cosmos.
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Las incógnitas que rodean este misterio fueron publicadas en Nature Astronomy, una de las principales revistas científicas en la materia en el mundo, y resaltan cómo la señal no se parece a nada jamás registrado por la ciencia.
Las señales de radio procedentes del espacio no son nada nuevo ni representan algún tipo de comunicación extraterrestre. Las llamadas señales transitorias de radio son señales identificadas por los astrónomos desde radiotelescopios que captan estas ondas provenientes de diferentes puntos del universo, posiblemente originadas en estrellas de neutrones.
Estas estrellas tienen un tipo de rotación muy específico, girando a gran velocidad y emitiendo estas ondas de radio. Y, por ello, hay un cierto patrón en este comportamiento, una frecuencia regular que los científicos pueden identificar desde la Tierra. Pero el ASKAP J1935+2148 no se comporta así.
Si bien la mayoría de las señales transitorias de radio tienen ciclos muy breves y rápidos, las observaciones de J1935+2148 duran casi una hora. Esto por sí solo ya sería un factor muy curioso, ya que se trata del ciclo más grande jamás identificado por la astronomía hasta el momento, pero la señal aún tiene otras particularidades.
La principal es que su comportamiento es muy irregular. Como se indicó, las señales transitorias de radio tienen una frecuencia muy clara y predecible. Sin embargo, ASKAP J1935+2148 a veces presenta destellos largos y brillantes, y otras veces rápidos y débiles. Por no hablar de las ocasiones en las que los radiotelescopios no pueden captar nada procedente de su ubicación.
Todo esto ha significado que los investigadores simplemente no puedan explicar lo que está sucediendo. En la publicación realizada para Nature Astronomy, astrónomos australianos de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO) informan que identificaron la señal mientras monitoreaban una fuente de rayos gamma cuando encontraron algo diferente en los datos.
Las tres caras del signo
Según ellos, la señal despertó la curiosidad de todos porque es un tipo de onda de radio polarizada circularmente, es decir, viaja por el espacio en forma de espiral, como un sacacorchos. A partir de entonces, los científicos comenzaron a observarlo más de cerca y notaron lo diferente que era a todo lo que habían conocido antes.
Además de tener un ciclo mucho más largo que el de otras señales transitorias de radio, con 53,8 minutos, ASKAP J1935+2148 se comporta de tres formas muy diferentes identificadas durante el periodo de análisis.
El pulso polarizado circularmente era sólo uno de ellos. Con una duración de sólo 370 milisegundos, fue muy débil en comparación con el segundo estado identificado, en el que los pulsos eran mucho más brillantes y polarizados linealmente. En estos casos duraron de 10 a 50 segundos. En otras ocasiones, sin embargo, no había ningún pulso, entrando en modo silencioso o incluso apagado.
Como se mencionó, los astrónomos no tienen una explicación directa para estos fenómenos, aunque señalan algunas posibilidades. Una de ellas sería que los complejos campos magnéticos y los flujos de plasma de la fuente de las señales interactuarían con campos magnéticos cercanos, lo que crearía estas distorsiones.
La principal hipótesis apunta a una estrella de neutrones que gira lentamente, en contraposición a las que giran en fracciones de segundo. Sin embargo, los científicos señalan en el estudio que existe la posibilidad de que se trate de una enana blanca, es decir, un tipo de sol que se apagó tras agotarse su combustible nuclear. Tendrían una rotación lenta que se ajustaría a la hipótesis, pero no hay explicaciones de cómo produciría estas misteriosas ondas de radio.
¿Qué significa todo esto?
La búsqueda de respuestas a qué diablos está pasando con ASKAP J1935+2148 podría cambiar la comprensión de la Astronomía sobre el comportamiento de algunos cuerpos y fenómenos celestes. Como señalan los investigadores australianos, identificar qué emite la señal de radio podría hacer que la ciencia revise sus conocimientos sobre las estrellas de neutrones o las enanas blancas.
Como se dijo, la señal identificada no se comporta de manera regular ni con una u otra posibilidad, comprender su naturaleza puede brindar mayores explicaciones sobre cómo emiten estas ondas de radio.