Los antiguos escitas fabricaban cuero a partir de piel humana, probablemente de sus enemigos asesinados

Poco se sabe sobre las costumbres y la vida cotidiana de los antiguos escitas, pero su reputación como temibles guerreros ha perdurado durante más de 2.000 años. Confirmando el lugar de la cultura nómada entre los tipos históricos más aterradores, los investigadores ahora han descubierto que los guerreros escitas llevaban sus flechas en carcaj de cuero hechos con la piel de sus enemigos derrotados.
Los escitas, que ocuparon la estepa del Póntico-Caspio aproximadamente entre el 700 y el 300 a. C., eran un misterioso pueblo itinerante famoso por sus capacidades ecuestres y su destreza militar. Aunque existen muy pocos relatos históricos de primera mano de este período, los escritos del legendario historiador griego antiguo Heródoto proporcionan algunas ideas espantosas sobre las payasadas de los escitas en el campo de batalla.
Por ejemplo, Heródoto informó que los guerreros nómadas bebían regularmente la sangre de sus enemigos y usaban su cuero cabelludo como toalla de mano. “Muchos también quitan la piel, las uñas y todo, de las manos derechas de sus enemigos muertos, y hacen cubiertas para sus aljabas”, escribió.
Hasta ahora, no teníamos más opción que confiar en la palabra de Heródoto, aunque los autores de un nuevo estudio finalmente han proporcionado una validación científica para estas afirmaciones. Utilizando una serie de técnicas para analizar las proteínas en 45 muestras de cuero recuperadas de 14 sitios escitas diferentes en el sur de Ucrania, los investigadores pudieron identificar la especie de la que se tomó cada trozo de piel.
Se descubrió que la gran mayoría de las muestras estaban hechas de piel de oveja, cabra, vaca o caballo, probablemente porque todos estos animales eran pastoreados por los escitas y, por lo tanto, eran fácilmente abundantes. Estas cuatro especies también poseen una piel duradera que es especialmente adecuada para la producción de artículos de cuero.
Sin embargo, se descubrió que dos de los carcaj analizados por los investigadores contenían piezas de cuero derivadas de piel humana.
«El descubrimiento sorprendente es la presencia de dos muestras de piel humana, que por primera vez proporcionan evidencia directa de la afirmación del antiguo historiador griego Heródoto de que los escitas usaban la piel de sus enemigos muertos para fabricar trofeos de cuero, como cubiertas de carcaj». escriben los autores del estudio. Estos trozos de cuero humano se incorporaron a carcaj que también contenía piel de otros animales, como una colcha de retazos de múltiples especies.
«El cuero más inusual, humano y carnívoro, parece haber sido utilizado en la parte superior de los carcaj», explican los investigadores.
«Esto puede indicar que cada arquero hizo su propio carcaj utilizando los materiales disponibles en ese momento».
El estudio ha sido publicado en la revista PLOS ONE.