Las estrellas dejan pistas tras devorar planetas

Parece que 1 de cada 12 estrellas puede haber devorado un planeta. En un nuevo estudio, un equipo internacional de investigadores dirigido por el Dr. Fan Liu, profesor asociado de la Universidad de Monash, estudió estrellas gemelas que se espera que tengan la misma composición. Sin embargo, notaron que presentaban diferencias en un 8% de los casos.
El Dr. Fan Liu explica que como las estrellas gemelas nacieron de la misma nube molecular, se esperaba que tuvieran la misma composición. «Gracias a este análisis de muy alta precisión, podemos ver diferencias químicas entre los gemelos», dijo.
Según él, se trata de una evidencia muy contundente de que una de las estrellas devoró planetas o material planetario, y su composición acabó cambiando. El fenómeno se observó en el 8% de los 91 pares de estrellas gemelas estudiados.
Lo que más intrigó a los investigadores es que son estrellas de secuencia principal, es decir, que están lejos del final de sus ciclos. «Esto es diferente de estudios anteriores en los que las estrellas en etapa tardía pueden tragarse planetas cercanos cuando la estrella se convierte en una bola gigante», señaló.
Este escenario no tan agradable es parte del futuro de nuestro Sistema Solar. En unos 5 mil millones de años, el Sol se convertirá en una gigante roja y expandirá sus capas exteriores por todo nuestro sistema. Cuando esto suceda, será poco probable que los planetas más cercanos a la estrella, incluida la Tierra, escapen.
En el caso del estudio aún no está claro si las estrellas devoran planetas enteros o simplemente material protoplanetario. «Nuestro escenario preferido es la ingestión de todo el planeta, pero, por supuesto, tampoco podemos descartar la posibilidad de que estas estrellas hayan ingerido una gran cantidad de material de un disco protoplanetario», señaló Liu.
Los descubrimientos se realizaron utilizando datos de los telescopios de Magallanes, el Observatorio Europeo Austral y el telescopio Keck en Hawaii. Los resultados pueden ayudar a los investigadores a comprender mejor los procesos de formación planetaria, ya que los astrónomos no consideraban que tales eventos fueran posibles.
El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Naturaleza.
Fuente: Naturaleza; Vía: Eurekalert