Civilizaciones Antiguas

La cuerda del arco y las flechas de 7.000 años encontradas en la «Baticueva» son las más antiguas de Europa

Los arqueros neolíticos del sur de Iberia eran verdaderos maestros de su oficio, como lo demuestra el descubrimiento de la cuerda de arco y las flechas emplumadas más antiguas conocidas de Europa. Encontrados en una cueva cerca de Granada, España, los artefactos de 7.000 años de antigüedad están fabricados a partir de una variedad de materiales inesperados que habrían mejorado el poder y la precisión de las armas antiguas.

Originalmente descubiertos por mineros en el siglo XIX, los elementos de la Edad de Piedra parecen haber sido enterrados intencionalmente junto a restos humanos en una cueva funeraria conocida como Cueva de Los Murciélagos (Cueva de los Murciélagos).

Hechos de varias especies de madera y fibras animales, los artefactos prehistóricos se mantienen en excelentes condiciones gracias a las condiciones secas dentro de la cueva, lo que provocó que se desecaran y, por lo tanto, impidieron que se pudrieran durante milenios.

Al igual que la Batcueva de Bruce Wayne, la Cueva de Los Murciélagos parece haber estado adecuadamente equipada con algunas de las armas más innovadoras de su época, y un nuevo análisis ha revelado algunos de los secretos detrás de estas armas arcaicas. Por ejemplo, las dos cuerdas de los arcos encontradas dentro de la guarida estaban hechas con tendones entrelazados de múltiples especies animales, incluidas cabras, jabalíes y ciervos.

“Con esta técnica se podrían fabricar cuerdas fuertes y flexibles, para satisfacer las necesidades de los arqueros experimentados”, explicó en un comunicado la autora del estudio, Raquel Piqué. “Este grado de precisión y dominio técnico, donde cada detalle cuenta, atestigua el conocimiento excepcional de estos artesanos del Neolítico”.

En su artículo, los investigadores describen los artículos como “cordones retorcidos en S” con un grosor de tres a cuatro centímetros (1,2 a 1,6 pulgadas), que habrían tenido “suficiente estiramiento y resistencia” para usarlos como cuerdas de arco. Curiosamente, se encontraron cordones similares junto al famoso cadáver de Ötzi el Hombre de Hielo, que vivió varios miles de años después en los Alpes.

Las flechas, por su parte, se fabricaban con materiales como madera de olivo y sauce, así como ciertos tipos de caña. En este sentido, los proyectiles de la Cueva de Los Murciélagos se diferencian de todos los demás ejemplos conocidos de flechas antiguas, que suelen estar fabricadas con otras maderas como el pino y el avellano.

Según los autores, la madera de olivo habría sido una flecha excelente, ya que es «conocida por su resistencia y durabilidad, manteniendo al mismo tiempo una buena cantidad de flexibilidad». Al mismo tiempo, la densidad de esta madera dura puede «mejorar la penetración y la estabilidad durante el vuelo».

Ejemplos de flechas hechas de olivo, sauce y caña, completas con fibras tendinosas de animales.

Crédito de la imagen: Proyecto MUTERMUR

Los investigadores continúan explicando que “el sauce es una madera relativamente ligera que puede resultar ventajosa para crear flechas rápidas. Las flechas más ligeras pueden viajar a mayor velocidad, lo que las hace adecuadas para ciertos tipos de tiro con arco, particularmente donde se prioriza la velocidad y la distancia”.

Mientras tanto, una flecha de caña incluía dos plumas unidas con fibras, lo que la convertía en la flecha emplumada más antigua jamás descubierta en Europa.

En general, el descubrimiento de estas impresionantes armas dentro de una cámara funeraria plantea algunas preguntas intrigantes sobre el papel de la violencia en las sociedades neolíticas. Según los autores del estudio, «la evidencia de violencia intrapersonal y canibalismo está bien documentada en otros contextos neolíticos similares» en España, aunque actualmente no está claro si este canibalismo era de naturaleza ritual o antagónica.

Por ahora, es difícil decir exactamente qué sucedió en esta Baticueva prehistórica, aunque análisis futuros de las capacidades de rendimiento de estas armas antiguas pueden proporcionar algunas pistas sobre para qué fueron utilizadas.

El estudio se publica en la revista Scientific Reports.

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