Gobierno peruano podría perder 300 millones de dólares por afirmar que las Momias de Nazca son fraudes
El Estado peruano enfrenta ahora una millonaria demanda internacional por difamación, resultado de tres audiencias extrajudiciales consecutivas. La responsabilidad es de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
En un escenario inédito, la controversia sobre la autenticidad de las «Momias de Nazca» podría encontrar resolución ante un tribunal de justicia peruano. Funcionarios del Ministerio de Cultura peruano mantienen postura que dos muñecos artesanales incautados en el aeropuerto Jorge Chávez en octubre pasado y que están elaborados con huesos de aves y pegamento, argumentando que son idénticos a los cuerpos reales de tridáctilo investigados desde 2019 en la Universidad de Ica.
La insostenible mentira del Ministerio de Cultura fue hecha pública durante una conferencia de prensa oficial celebrada en Lima el 12 de enero. Esta mentira podría costarle a los ciudadanos peruanos 300 millones de dólares, ya que el Gobierno se negó a comparecer en los 2 procesos conciliatorios extrajudiciales realizados y en los que tuvieron la oportunidad de derrotar los argumentos del proceso de difamación, pero no pueden hacerlo. En la tercera reunión estuvieron presentes los Procuradores de la Presidencia del Consejo de Ministros y del Ministerio de Cultura, pero destacó por su ausencia Leslie Urteaga, titular de la cartera.
El fiscal cultural, Henmer Alva, no refutó ningún punto de la acción y, por el contrario, se encargó de apoyar su teoría de los «títeres armados», apoyando así la difamación que motivó esta acción internacional.
Desde 2017, cuando se hizo público el descubrimiento de las llamadas «Momias de Nazca», han llamado la atención por sus cuerpos con apenas tres dedos de manos y pies extralargos, cabezas originales y sin modificar y enigmáticos implantes metálicos bajo la piel.
La evaluación de casi 50 profesionales de diferentes especialidades y nacionalidades muestra que los seres tridáctilos de Nazca son cuerpos anómalos pertenecientes a especies nunca antes vistas, que vivieron de la forma en que fueron preservados y enterrados y que merecen mayor investigación. Mientras tanto, la llamada «comunidad científica» peruana se negó a realizar investigaciones y trabajos experimentales con los cadáveres de estas especies durante 7 años.
Sin embargo, sin tener un solo resultado de laboratorio ni peritaje, conjeturan y, con lo poco que hacen, cuando las ven en las redes sociales, suponen que se trata de momias humanas mutiladas o ensambladas con restos de otros animales, actitud que está lejos de lo que implica ser un verdadero científico.
Las tomografías revelaron a peritos forenses, radiólogos y biólogos que el bebé alojado en el útero también tiene 3 dedos en los extremos, algo imposible de falsificar.
«Aquí la doble moral fue evidente, en enero dijeron a la prensa nacional y mundial que todas las momias de Nazca que presentamos estaban ensambladas con huesos de pájaro y pegamento, pero 3 meses después derribaron la puerta de una habitación del Hotel Sheraton de Lima. y tomó los cuerpos que íbamos a presentar: Entonces, ¿muñecas armadas o momias reales?»