Esta arma romana de destrucción masiva tiene 2000 años (vídeo)
En el corazón del norte de Gran Bretaña, una estructura monumental dividió la tierra en dos territorios distintos. El emperador Adriano encargó su construcción en el año 122 d.C., y en sólo seis años, el Muro de Adriano, una imponente fortificación, se extendía de costa a costa. Ocho mil soldados romanos montaban guardia, inquebrantables en su deber de proteger la frontera norte del Imperio a cualquier precio. En lo profundo del terreno accidentado del sur de Escocia, un descubrimiento arqueológico en 2015 reveló un campo de batalla oculto de hace dos milenios. Los británicos de la Edad del Hierro se enfrentaron al formidable ejército romano, pero no fueron espadas y lanzas las que definieron su guerra. Enterrado bajo tierra había un alijo de armamento balístico, olvidado por la historia.
Estos artefactos mostraron una faceta diferente del poder militar romano. Estos antiguos proyectiles, alguna vez considerados puntas de flecha de hierro, demostraron ser mucho más mortíferos tras una inspección más cercana. Los escáneres de rayos X revelaron su verdadera naturaleza: pernos de precisión diseñados para atravesar armaduras. Estos virotes, una antigua contraparte de los rifles de asalto modernos, fueron disparados desde una notable pieza de artillería táctica, que se sospecha que es el manuballista. La presencia de estas puntas de pernos letales sugiere que el manuballista jugó un papel fundamental en el asalto a Burnswark. Los historiadores creen que ese tipo de armamento dejaba pocas posibilidades a los británicos locales frente a la maquinaria de guerra romana.
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Imagen de Portada: Arma balista antigua. Fuente: Viacheslav / Adobe Stock.
Por Robbie Mitchell