El hueso grabado de un oso prehistórico es el ejemplo más antiguo de la cultura neandertal
Hace algún tiempo entre 115.000 y 130.000 años, un neandertal que vivía en una cueva en Polonia grabó una serie de marcas en un hueso de oso. A pesar de constar de sólo 17 líneas, los grabados convirtieron el hueso en uno de los elementos simbólicos más antiguos conocidos en Europa y uno de los primeros en asociarse con los neandertales.
Descubierto originalmente en la década de 1950, el hueso decorado de la extremidad anterior ha sido citado anteriormente como evidencia del surgimiento de capacidades cognitivas avanzadas en esta especie humana extinta, pero nunca había sido estudiado adecuadamente hasta ahora. Sin embargo, utilizando técnicas que incluyen microscopía y tomografía computarizada de rayos X, los autores de un nuevo estudio finalmente pudieron observar más de cerca el objeto antiguo.
Si bien es evidentemente imposible esclarecer el proceso de pensamiento del tallador prehistórico, los investigadores señalan que “las marcas encontradas en el hueso son un conjunto ordenado, cuya organización no se asemeja a huellas asociadas con despiece, corte o formación accidental”. Más bien, su disposición “demuestra claramente la intencionalidad y la organización sistémica del proceso de realización de la incisión”, insinuando así su función simbólica.
Teniendo esto en cuenta, los autores concluyen que las marcas «muestran algunas cualidades consistentes con los principios de organización perceptual indicativos de las capacidades cognitivas y reflexivas avanzadas de su autor». A pesar de no poder descifrar estos grabados, los investigadores continúan explicando que otros ejemplos similares han sido interpretados tentativamente como “notación numérica” o aspectos decorativos.
Y a pesar de la presencia de estos otros elementos, los autores afirman que los artefactos neandertales de esta naturaleza no aparecen en el registro arqueológico anterior a hace 130.000 años, lo que lo convierte en «uno de los primeros rastros de cultura simbólica registrados en Eurasia».
Casualmente, un segundo estudio publicado esta semana ha identificado la evidencia más temprana de matanza de osos por parte de los neandertales en Europa occidental. Los autores analizaron decenas de huesos encontrados en una cueva en Francia, al menos siete de los cuales pertenecían a osos de las cavernas, mientras que un mínimo de cinco se atribuyeron a osos pardos.
Los restos antiguos, que datan de hace entre 130.000 y 300.000 años, muestran marcas que son consistentes con la matanza y el desollado, lo que indica que los animales fueron cazados por su carne y piel.
Al poner este hallazgo en contexto, los autores explican que los huesos cortados “representan la única evidencia de explotación de grandes carnívoros y, en particular, de osos por parte de los neandertales en la orilla central occidental del río Ródano y constituyen uno de los indicios más antiguos de este comportamiento en Europa. «
Los dos estudios han sido publicados en el Journal of Archaeological Science y Quaternary Science Reviews.