El cometa Tsuchinshan-ATLAS sigue vivo: volver a ser visible a simple vista es una posibilidad

El cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) ha sido toda una provocación. En mayo, parecía que iba a brillar de forma constante y a ser visible a simple vista en octubre; sin embargo, en julio, un artículo señaló varias características inusuales que sugerían que el cometa podría no sobrevivir al encuentro cercano con el Sol en menos de un mes. ¿Condenado o no? Ahora, las observaciones parecen ser mucho más optimistas: el cometa va viento en popa.

«Sigue aumentando su brillo de forma constante y ya ha alcanzado una magnitud de 7», dijo a spaceweather.com el astrónomo Qicheng Zhang del Observatorio Lowell. «También sigue mostrando una cola de iones muy robusta. No hay señales de que el núcleo se esté desintegrando».

Por lo tanto, las predicciones anteriores han vuelto a ser válidas. Las estimaciones originales predecían que estaría entre los 50 objetos más brillantes del cielo. Una curva aún más optimista lo sitúa como más brillante que Júpiter y un poco menos brillante que Venus. Zhang se inclina por ese escenario.

El paso más cercano del cometa Tsuchinshan-ATLAS al Sol se producirá el 27 de septiembre a una distancia de 58,6 millones de kilómetros (36,4 millones de millas) de nuestra estrella. Para entonces, debería ser visible a simple vista (y mejor antes del amanecer). La distancia aumentará de forma constante a medida que se aleje del Sol y se acerque a la Tierra.

A partir del 9 de octubre, debería ser visible al atardecer, por lo que será un espectáculo muy conveniente si comienza a brillar tan intensamente como se espera. El 12 de octubre, el cometa realizará su paso más cercano a la Tierra, a aproximadamente 70,6 millones de kilómetros (43,9 millones de millas) de distancia, y debería tener un brillo entre Júpiter y Venus si las predicciones se cumplen. Además, debería tener una cola larga que se extienda lejos de él y debería ser visible en áreas de cielo oscuro.

El cometa fue descubierto hace más de 15 meses de forma independiente por dos observatorios. El primero fue el Observatorio Astronómico Zijinshan (Observatorio de la Montaña Púrpura), pero se perdió en las observaciones de seguimiento, ya que el cometa era un objeto débil y distante. Luego fue encontrado nuevamente por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Sudáfrica. Tras el descubrimiento, también fue encontrado en observaciones anteriores de diciembre de 2022.