Ufología

El caso Dias D’Ávila

Sabemos que la serie de casos ovni brasileños es plural y amplia. Son muchos los casos de ovnis que han ocurrido en todo el territorio nacional; algunos son viejos conocidos, otros son muy poco conocidos e incluso olvidados, pero tienen significativa relevancia para la ufología nacional. Este es el caso que traigo hoy, el Caso Dias D’Ávila, ocurrido en Bahía en los años 70.


Este caso ocurrió el 13 de diciembre de 1972, a las 17:04 horas, en el municipio de Dias D’Ávila, Bahía. Los testigos fueron el señor Fritz Abbehusen, de 65 años, empresario jubilado del sector tabaquero y notario, su esposa Margarida Almeida, la empleada doméstica de la familia, Valdete de Lima, Iracema y Elmer Ramos, empleados del Hotel Dias D’Ávila, entre otros. .


A última hora de la tarde del 13 de diciembre de 1972, el señor Fritz y su esposa estaban en casa viendo el Jornal Nacional, en la Rede Globo, cuando las luces se atenuaron y la transmisión del programa sufrió fuertes interferencias. El Sr. Fritz salió al porche de la casa y vio un objeto grande y muy brillante que pasaba por encima del tejado y se dirigía hacia una montaña lejana, a unos 5 km de distancia. Después de que el OVNI se alejó, el televisor volvió a funcionar con normalidad. Interesado en descubrir la causa de los hechos, el señor Fritz le pidió unos binoculares a su esposa y se sentó en una silla con la esperanza de seguir observando los detalles del fenómeno, hasta casi la medianoche, cuando, al no poder resistir el sueño, se durmió. Mientras tanto, el objeto permaneció allí todo el tiempo.


Con ayuda de unos binoculares, el señor Fritz pudo observar las características del barco en el que predominaba una luz fluorescente en la parte inferior y otra en la superior, con ventanas en colores rojo y naranja, deslizándose a unos metros del suelo. sobre la parte alta del Cerro Cantagalo. Entonces el Sr. Fritz vio tres pares de luces que salían del objeto más grande, que parecían brasas en la oscuridad, y se dirigían en diferentes direcciones, una de las cuales era hacia su casa. Doña Margarita y la criada Valdete de Lima se dirigieron al patio trasero, porque allí la visibilidad era mejor. Después de unos 15 minutos, dos de las luces desaparecieron en la base de una de las colinas.


En ese momento, los testigos vieron aparecer, a menos de 50 m de distancia, dos siluetas, como niños muy delgados, caminando de puntillas, levantando las rodillas en alto y manteniendo los codos pegados al cuerpo. Parecían esquiadores sosteniendo bastones, declaró la señora. Las dos mujeres pudieron notar que los seres vestían ropas pegadas a sus cuerpos, blancas o plateadas, pero no vieron si llevaban máscaras, cascos o algo así, ya que en la oscuridad y temerosos como estaban, Salió gritando llamando al señor Fritz. Sin embargo, cuando llegó al lugar no encontró nada.



Las mujeres entraron en pánico y corrieron hacia la casa, gritándole al Sr. Abbehusen que se escondiera también, pero los seres se fueron.


El OVNI permaneció en la colina hasta alrededor de la medianoche. En un momento dado, emitió un rayo de luz que prendió fuego al arbusto.


La noticia de este sorprendente encuentro llegó a la prensa y los periódicos locales publicaron la historia. Esto causó un gran revuelo durante un corto período de tiempo, ya que era difícil para todos entender por qué a los Abbehusen se les ocurrió algo así.


Otro punto que llamó la atención de la prensa fueron las huellas físicas que dejó el fenómeno, pues todos pudieron comprobar que en el supuesto lugar de aterrizaje del ovni la vegetación en realidad había sido quemada. Además, también se encontraron marcas de quemaduras y otros rastros extraños en el jardín de Abbehusen, de donde procedían la luz menor y los seres extraños.



Marcas incendiarias en la vegetación.


Después de regresar a la silla que estaba colocada en medio de la calle, Fritz vio dos faros rosados ​​similares a los de un automóvil iluminados en la colina, cerca del objeto más grande. Poco después, se apagaron -o desaparecieron- cuando alcanzaron su vertical. Mientras tanto, un nuevo rayo de luz emanado del gran objeto barrió los alrededores y, cuando permaneció por unos instantes en el mismo lugar, la vegetación comenzó a incendiarse, pero se apagó tan pronto como la luz cambió de posición. Esto sucedió varias veces esa misma noche.


Elmer e Iracema Ramos, que viajaban cerca, intentaron acercarse, junto con otra pareja que decidió acompañarlos. Uno de los testigos se bajó del coche. Cuando estuvo cerca de uno de los ovnis, uno de ellos instantáneamente avanzó hacia ella, liberando un rayo de luz que la cegó momentáneamente. Aterrada, la víctima se refugió en el interior del vehículo. Más adelante encontraron un árbol completamente quemado. Su tronco estaba carbonizado y la corteza exterior prácticamente intacta. Para corroborar esto, otro testigo, un niño conocido como Duda, logró encender un cigarrillo en medio de las brasas, tal era la temperatura y el calor que había en el lugar.


Después de eso, Duda sufrió fuertes dolores de cabeza y disentería, además de tener forúnculos por todo el cuerpo. Cuando los hechos se hicieron públicos, dos individuos que dijeron ser investigadores de la Fuerza Aérea (sin embargo, se negaron a identificarse) intentaron presionar a los testigos para que se retractaran de sus declaraciones. Al cabo de unos días, gran parte del árbol desapareció y las marcas de las huellas de un tractor quedaron en la arena junto a él.



Más investigaciones y robo de muestras.


El caso en cuestión fue investigado por el ufólogo Alberto Romero y el grupo de investigación ufológica G-PAZ.


Durante investigaciones posteriores, en una tercera visita a Dias D’Ávila, los investigadores del caso decidieron escalar el Morro do Cantagato, donde el OVNI se deslizaba la primera noche. En el cerro, de aproximadamente 90 metros de altura y 500 metros de altura, en forma de meseta, encontraron un terreno peculiar. Había gran cantidad de rocas desprendidas, en aparente desorden, como terrones de tierra removidos por un arado y supuestamente expuestos al fuego, pero la vegetación no había sido quemada. Las piedras aparentemente tenían un alto contenido de hierro y algunas parecían haber sido soldadas entre sí, lo que hacía imposible separarlas. Además, notaron un silencio absoluto, sin pájaros ni insectos presentes, a excepción de una boa constrictor colgada de la rama de un árbol.


Los investigadores recogieron casi dos kilogramos de muestras y las llevaron para analizarlas. Las muestras fueron entregadas a Antônio Jorge, responsable del Instituto de Geociencias de la Universidad Federal de Bahía (UFBA), quien prometió una respuesta dentro de algunos días. Este profesional mostró curiosidad y preguntó sobre el origen e interés de las muestras, pero los ufólogos no estuvieron de acuerdo. Sin embargo, se sorprendieron al verlo garabatear subrepticiamente el acrónimo OVNI en la esquina de la página de notas.


Días después, en conversación telefónica, Antônio Jorge informó haber encontrado residuos de uranio, cesio, rubidio y otros elementos químicos artificiales en las muestras. Posteriormente se identificaron potasio y torio. Los ufólogos solicitaron un informe escrito para sus archivos.


El 22 de mayo de 1973, el diario A Tarde de Salvador presentó el titular: «Se suspende la búsqueda y extracción de minerales en Camaçari», municipio al que pertenecía Dias D’Ávila, agregando que el veto se extendía no sólo a las instituciones privadas .


Los ufólogos regresaron al Instituto de Geociencias en la fecha prevista para recibir el informe, pero el profesor afirmó categóricamente que no los conocía y nunca había estado con ellos y mucho menos había recibido material alguno para su análisis. Esta negación les impidió dar fe de la veracidad de los hechos.


El Caso Dias D’Ávila, aunque poco conocido e incluso olvidado, está corroborado por las numerosas huellas físicas encontradas, entre ellas efectos electromagnéticos, radiaciones, vegetación quemada por rayos de luz, presencia y huellas de tripulantes, marcas de aterrizaje y robo de muestras.





Fuentes y referencias:

https://ufologie.patrickgross.org/htm/abbehusen1972.htm

https://web.archive.org/web/20100616053344/http://ufologie.net/htm/abbehusen1972f.htm

https://ufo.com.br/luzes-fortes-no-pe-do-morro/

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