Ufología

Crímenes en el espacio: ¿cómo se prepara la ciencia forense?

Con las próximas misiones a la Luna y los planes para establecer una presencia permanente de la humanidad allí, algunos científicos e incluso expertos legales se están preparando para abordar los crímenes cometidos en el espacio. Esto incluye la ciencia forense, que ya estudia cómo se comporta la sangre en un entorno de microgravedad.

Un estudio publicado en Ciencia Forense Internacional: Informes analizó cómo el entorno de microgravedad afecta el análisis de los patrones de manchas de sangre. Para ello, utilizaron un avión de investigación que simula condiciones gravitacionales similares a las que experimentan los astronautas en naves espaciales, como la Estación Espacial Internacional (ISS).

Utilizando una jeringa, el equipo proyectó una sustancia sintética sobre una hoja de papel que imita algunas propiedades de la sangre, como la viscosidad y la tensión superficial. El objetivo era descubrir cómo debería interactuar la sangre con la superficie.

Además de examinar cómo se comportan las gotas de sangre durante la caída libre en microgravedad, los autores intentaron comprender cómo se pueden interpretar las manchas resultantes de la trayectoria. Esto se debe a que, en el espacio, la ausencia de la gravedad terrestre provoca diferentes interacciones de los fluidos con la superficie, modificando la forma de la mancha.

En la imagen inferior se observan diferentes etapas de formación de la gota de sangre sintética. Tan pronto como sale de la jeringa, la masa de líquido en el aire se descompone, pero la tensión superficial y la cohesión (atracción molecular en fluidos y líquidos) continúan conectando partes de la sustancia a la jeringa.

Por lo tanto, «las gotas de líquido se adhieren entre sí para formar estructuras más grandes, como puentes o grupos de líquidos», escribieron los autores.

Finalmente, la unión entre las gotas se desprende de la jeringa y se rompe a medida que viajan hacia la superficie del papel. Este proceso se lleva a cabo en sólo 0,79 segundos, según los autores.

Estos resultados demostraron que, en microgravedad, la sangre tiende a viajar en línea recta hasta llegar a la superficie debido a la inercia. Por el contrario, en la Tierra la sangre tiende a viajar en parábola, formando patrones ligeramente diferentes a los observados en el experimento.

En el caso de la gravedad terrestre, las gotas de sangre caen con una aceleración constante de 9,8 m/s², hasta tocar la superficie. El impacto hace que la gota colapse, dando como resultado una pequeña ola y la dispersión del fluido que dará la forma a la mancha.

En un entorno de microgravedad, la propagación de la sangre cuando llega a la superficie es diferente: dominan la tensión superficial y la cohesión del fluido, lo que da lugar a manchas más pequeñas que las observadas en la Tierra. En este caso, la pregunta de los autores es si las técnicas forenses actuales podrían rastrear el recorrido de la sangre observando la forma de la mancha.

Según el artículo, las manchas pueden conservar características que revelen la dirección de la trayectoria del líquido proyectado por la jeringa o por una herida causada por un delincuente a su víctima. Por otro lado, el estudio también podría ser útil en áreas como la medicina espacial e incluso el diseño de cohetes.

Fuente: La conversación, FSIR

Facebook Comments Box

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba